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Todas somos Bimba

Esta semana amanecimos con la trágica noticia del fallecimiento de Bimba Bosé, tras dos años de lucha intensa contra el cáncer. No tuve el placer de conocerla, pero sinceramente su fallecimiento me ha llegado al corazón. Nunca fue una celebrity que siguiera con detalle; su estilo moderno y transgresor y el mío clásico y menos arriesgado nunca han coincidido, pero la dignidad con la que ha llevado la enfermedad, su positividad y el mensaje de su pequeña instándonos a que la recordáramos con alegría han traspasado mi alma.

Cuando un personaje famoso enferma de cualquier enfermedad, incluso si esa enfermedad es el cáncer, siempre pensamos que se curará. Parece que tienen acceso a una medicina distinta a la que pueden disponer el resto de los mortales, y que su padecimiento es mucho menor. Y no podemos estar más equivocados.

Sin embargo, raras veces encontramos a una persona conocida que hable con tanta sinceridad de su enfermedad y que transmita tanta tranquilidad y serenidad al padecerla, incluso estando inmersa en los sucesivos tratamientos, intervenciones y estancias hospitalarias que ha tenido que pasar para intentar lo que una de mis Mas que guapas denomina “acabar con el bicho”.

Y es que gracias a Bimba, la sociedad ha sido consciente de que se puede sufrir una enfermedad y transmitir serenidad; se puede estar en tratamiento médico, en España (con hospitales y médicos de la sanidad pública excepcionales), con sus devastadores efectos secundarios, y seguir con glamour, e incluso más guapa que antes. Se pueden tener cicatrices y que ello sea bello, aunque te atraviese la mama. Y con todo ello, se puede ser Más que guapa.

No conozco a su pareja, ni a su familia, ni a sus amigos, pero sé que todos ellos han hecho un trabajo estupendo durante todo este tiempo. Y lo sé porque la compañía en los momentos de sufrimiento físico es lo que te hace ver la enfermedad y lo que te está pasando de una manera u otra. Y por lo que veo, la naturalidad, la tranquilidad, la sencillez y la alegría han formado parte de sus últimos momentos de existencia, porque en su rostro nunca se vió un signo de tormento, ni de tristeza, ni de desesperación. Siempre transmitió la realidad sin tapujos, con templanza y sinceridad, mostrándonos que no era la única, y que seguía en proceso. Y nunca percibimos miedo, enfado, derrotismo o frustración. Qué fortuna de carácter; qué orgullo de manera de ser.

Una pena que nos hayas dejado Bimba, porque sin conocerte, sé que eres, donde quiera que estés, una Más que guapa de primera. Gracias por enseñarnos que hay que vivir y disfrutar la vida al máximo, luchando por lo que nos gusta hacer en cada momento; gracias por seguir cambiando de look y maquillarte a la última entre gotero y gotero, y gracias por enseñarnos tu foto en la cámara hiperbárica como si fueras a entrar en una nave espacial. De hecho, cada vez que me haga una resonancia magnética de control y me metan en el tubo, harta de pinchazos y esperas a los resultados, me acordaré de ti.

Bimba

 

Porque así es como hay que vivir la vida y sentir y transmitir la enfermedad. Porque ningún bicho nos parará, porque la enfermedad es parte de la vida y porque sé que donde quiera que estés, seguirás cantando, disfrutando, desfilando y protegiendo a los tuyos. Porque en 41 años has vivido lo que muchos en 80 no llegan a vivir. Así que te deseo que en el cielo sigas disfrutando del mismo modo que en la tierra.

Porque todas somos Bimba, y espero que lo sigamos siendo. Gracias por tu ejemplo y tu saber estar, por tu manera de ver y transmitir la vida incluso en los momentos inciertos y difíciles, y sobre todo gracias por colaborar hasta el último momento para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer, el sida y otros proyectos filantrópicos.

Como dijo su amigo Mario Vaquerizo, Bimba seguirá presente mientras la recordemos, así que desde hoy y para siempre, todas las Mas que guapas somos Bimba. Descanse en paz, BIMBA FOREVER




Consejos de belleza para ir a una cena más que guapa

A pesar de que con el frío no apetezca mucho salir de noche, y a muchas de vosotras que estáis en tratamiento, convalecientes de una intervención quirúrgica o de bajón por un problema personal mucho menos, mi consejo es que de vez en cuando hay que hacerlo. Y es que el hecho de ir a una cena o salir un rato de noche no solamente implica la mera situación de conectar con el exterior, sino que el ritual previo, el qué me pongo, cómo me maquillo o qué hago con mi pelo, es casi lo mejor.

Para estar guapa para una cena, sea del tipo que sea – bien con amigos, familiares o de trabajo – hay cuatro cosas básicas: llevar el pelo arreglado, aplicar un poco de maquillaje, vestir adecuadamente y elegir el perfume adecuado para la ocasión. Y si sabemos hacerlo, en muy poco tiempo y sin mucho esfuerzo, podemos estar perfectas.

Si estáis muy cansadas o fatigadas y tenéis poca gana de hacer pruebas de vestuario, la elección de la ropa es muy simple: Unos vaqueros con una camiseta o top y una chaqueta a la moda (de cuero, americana o blasier), con tacones o zapatillas casual – si la cena es más informal – es el look más acertado. En caso contrario, podéis optar por un vestido recto simple monocolor y superponer encima la misma chaqueta de antes, y estaréis perfectas en dos minutos.

Para el maquillaje la idea es la misma. Aplicad la máxima menos es más y para acabar pronto y con éxito optad por utilizar una base de maquillaje de cobertura media-alta para ocultar imperfecciones, con un poco de corrector. Después una sombra de ojos iluminadora, un poco de eyeliner o raya en el ojo arriba y abajo, y acabar aplicando un poco de rímel. Para finalizar, un poco de colorete en las mejillas y el tono de labios que consideréis más oportuno: si estáis más atrevidas un tono rojo, de plena actualidad, y si os apetece ir más discretas, con un poco de gloss o un rosa pálido más que suficiente.

Sin embargo, el problema viene con el arreglo del pelo. Y es que a veces, cuando no estamos en nuestro mejor momento, ya lavarlo supone un gran esfuerzo, así que arreglarlo en condiciones todavía más. Dejando al margen que la mejor de las opciones es acudir a vuestra peluquería de cabecera, si en esos momentos no tenéis tiempo, no habéis podido coger hora o es un plan de último momento, no olvidéis tras lavarlo utilizar un buen acondicionador para el cabello. Y es que desde pequeña me cuido mucho el pelo, y nunca olvido acondicionarlo en condiciones, o de lo contrario me resulta imposible desenredarlo, peinarlo y domarlo. Además, para situaciones de emergencia o desgana, podéis optar por utilizar los acondicionadores sin aclarado, que se aplican sobre el pelo mojado y su resultado es más que duradero, aportando brillo, suavidad y cuerpo al cabello. Dependiendo de cómo sea el mismo, debéis elegir un producto u otro, dependiendo del tipo de cabello y del estado del mismo. Para cabellos coloreados, secos o estropeados hay verdaderos productos milagro que podremos comentar detalladamente en otros posts.

Y por último y no por ello el más importante, utilizar el perfume adecuado. Y es que el perfume es nuestra seña de identidad cuando llegamos a un evento, cuando conocemos a una persona e incluso el rastro que dejamos al despedirnos. Por eso deberemos utilizar la colonia o perfume que más se adecúe a nuestra personalidad y manera de ser, e incluso a la estación en la que nos encontremos.

Para salir a cenar se pueden utilizar perfumes de esos que dejan huella, pero tened cuidado de que no dejen demasiado, o transmitiréis una idea equivocada de vosotras. No obstante lo que nunca falla son las aguas de colonia, más frescas y ligeras, que transmiten sensación de limpieza y resultan aptas para cualquier momento. Si queréis elegir vuestro perfume más adecuado podéis consultar en Parfum Factory y conseguir la fragancia deseaba a los mejores precios. Al ser una fábrica de perfumes disponen de todo tipo de fragancias adecuadas a vuestro estilo y sin necesidad de invertir mucho dinero.

Así que no lo dudéis: ante cualquier plan, cena o quedada nocturna, optad por salir y que el cansancio, la pereza o la desgana no os superen. Seguid estos consejos y conseguiréis estar, como siempre y en muy poco tiempo, Más que guapas!