Hay ocasiones especiales en las que elegir el modelo adecuado puede resultar dificilísimo. Considero que es más fácil acertar para vestir en una boda que para acudir a una comunión. Y el reto se vuelve todavía más difícil si nuestro papel en ese día es importante, como madre, abuela o invitada de primera en ese día de felicidad infantil.

Este pasado mes de mayo he tenido la ocasión de acudir a multitud de Primeras Comuniones cuyos estilismos me han dejado huella, y que me han permitido lucir mis modelos más especiales de The second Skin and Co. y Jorge Vázquez, mis diseñadores por excelencia para ese tipo de eventos y con cuyos modelos me siento más que elegante, sofisticada, distinta y divina y por qué no decirlo, muy adecuada para dicha ocasión.

Y es que aunque parezca mentira resulta muy difícil elegir un modelo adecuado para dicha ceremonia, que muchas olvidan que se basa en un acontecimiento religioso y no en un evento social. Por eso, y para que sigáis siendo Más que guapas, aquí van mis consejos para que elijáis el vestido correcto para una Primera Comunión muy especial:

Consejos para elegir el vestido correcto para una primera comunión

1. Elige un modelo simple, intentando prescindir en todo lo posible de cortes complicados, diseños excesivamente tendencia o apliques tipo lazo, con volantes, superposiciones o exceso de puntillas. Los cortes tulipán, vestidos rectos y telas rígidas son muy elegantes y estilizan la figura.

2. La manga, mejor larga, corta o tres cuatros. Así no tenéis que poneros nada encima y el vestido lucirá en todo su esplendor.

3. Nada de escotes pronunciados, prendas ajustadas ni brazos al aire. Si llevas vestido de tirantes deberás cubrir tus hombros al menos durante la ceremonia con una blazer adecuada o una simple chaqueta de punto. Por supuesto, el vestido palabra de honor, tan favorecedor para otro tipo de ocasión, está completamente contraindicado. Si has elegido esta opción, intenta cubrirlo con un abrigo de verano a juego; será la opción más idónea.

4. Por supuesto, quedan terminantemente prohibidos los brillos de lentejuelas, pedrería, plumas recargadas o transparencias, máxime si la ceremonia se celebra durante la mañana. Y evidentemente, intentad por favor que no se adivine vuestra ropa interior.

5. La largura de la falda siempre por la rodilla o como mucho corte midi. Evita faldas largas o muy cortas; las larguras resultan improcedentes en este tipo de eventos y las minifaldas sólo te harán sentir ridícula.
6. Como ya os he comentado en otras ocasiones, el modelo debe ir acorde con vuestro estilo y edad. En caso contrario y por muy caro o de firma que sea el atuendo, lo único que conseguiréis es parecer disfrazadas. Por favor, recordad cuál es vuestro papel en la ceremonia. Si sois madres o abuelas del comulgante, es evidente que tenéis cierta edad. Disfrazarse de joven no hará que aparentéis menos años; al contrario.

7. Por eso, el pantalón resulta adecuado si la falda no es algo habitual en vuestro vestuario de diario. No obstante deberá ser fluido, sin que marque, y deberéis combinarlo con taconazo y un cuerpo tipo blusa o una americana a juego que le dé un toque elegante.

8. Las medias siempre de verano, transparentes (como mucho denim 20) y del mismo tono que vuestra piel. De esta forma combinará con cualquier calzado que hayáis elegido.

9. Si optáis por lucir una falda, cuidado con el cuerpo con la que la combináis. Los cortes camiseros, blusas de gasa e incluso los conjuntos de punto o twin sets resultan muy adecuados. Eso sí, sin escotes, transparencias ni excesivamente ajustados.

10. Opta por colores primaverales, como tonos pastel, y evita los colores oscuros. Los rosas, beiges, azules y verdes pastel e incluso blancos. No obstante, prohibido el negro.

11. Los estampados, si son florales o de pequeño tamaño, son muy acertados. No obstante, un vestido liso con una flor grande también es una buena opción; o la combinación de falda y cuerpo combinando flores y tela lisa.

12. Los zapatos deberán ser cómodos – más que nada para poder seguir el ritmo del comulgante o comulganta – y de forma y diseño discreto. Los stilletos son los más socorridos pero si optas por sandalias, evita desde luego las que no recojan el pie por completo (y por supuesto, que no hagan excesivo ruido al andar).

13. Cuidado con los complementos. No es el momento de exhibir la última moda en bolsos, ni en llevar una miniatura en forma de perrito. Con un simple clutch irás divina. Los cinturones excesivos, tocados o bisutería desorbitada, es mejor dejarlos para otra ocasión.

14. Las joyas, que sean discretas, y como siempre os recomiendo, que tengan un valor sentimental.

No obstante, os dejo unas fotos en el texto de este artículo del extraordinario trabajo que el equipo de The Second Skin and Co. hizo para confeccionar mi traje de madre de Primera Comunión, en cuya elección participó mi hija, la protagonista del evento. Toda una joya que reúne todos los requisitos que os he comentado. Fui comodísima, no se arrugó nada, y causó sensación. El corte, el diseño y el color llamaron mucho la atención. Una gran persona y seguidora de este blog lo definió como “la sencillez hecha elegancia”, y no pudo estar más acertada. Muchísimas gracias, Antonio y Juan Carlos, por vuestro asesoramiento, dedicación y cariño. Y sobre todo, gracias por hacerme sentir Más que guapa.

Los zapatos en rojo también son de The Second Skin and Co. (de desfile) y el bolso era de Loewe, vintage, y que llevó mi elegante madre – y mi icono a seguir – en sus bodas de plata. Se lo pedí en recuerdo de mi padre, y así lo tuve presente en un momento tan especial.

Así que aquí os dejo otros consejos para que Incluso en una Primera Comunión, podáis seguir estando como siempre ¡Más que guapas!

No entiendo cómo la gente se complica tanto cuando va de ceremonia. Difícil la elección del vestido, pero no me explico todavía por qué motivo concreto además convertimos dichos eventos sociales en el momento “arbol de navidad” o cómo lucir el mayor número de complementos de fiesta que tenemos guardados en casa en menos tiempo. Pendientes, colgantes, chales de diversos tamaños y colores, bolso multicolor, zapatos imposibles… ¿Pero dónde está el vestido? Y lo peor, ¿Dónde estás tú?

Para determinados eventos y ceremonias, como es el caso de una comunión o un bautizo (en otro momento hablaremos de las bodas, eso ya es de terror), bien seas la madre del protagonista o invitada estelar, hay que aplicar como nunca el siempre tan afamado “menos es más”. Sí, cuanto menos complementos, colgantes, prendidos en el pelo y maquillaje artificial, más guapa estarás.

Hay que tener en cuenta que en esas ocasiones lo importante son los niños. Si eres la madre del artista, previamente habrás tenido que organizar al resto de la familia para que todo esté perfecto para el evento. Y si eres invitada, acepta que eres eso, una invitada, no una estrella superstar. Por eso, complicandote la vida con multitud de complementos, además de estresarte todavía más, corres el riesgo no sólo de perder alguno por el camino sino de desmerecer la ceremonia, al homenajeado y al resto de tu familia. Y qué decir de la foto: es imposible coger a tu bebé con el faldón y sujetar a la vez el bolso de mano, el chal (si no te enredas con los flecos date por afortunada), la chaqueta que te has quitado porque hace calor, a tus otros hijos con la otra mano, sonreír a la cámara y sostenerte en los tacones de vértigo (esos que nunca llevas), todo al mismo tiempo.

Claro que si eres invitada y llevas más pingos que el baúl de la Piquer, puedes tener suerte y conseguir no hacer ninguna foto que inmortalice el momento, ya que si además de los complementos tienes que sujetar la cámara, eso ya es para nota.

Con las comuniones aún es peor. Es verdad que los niños ya son mayores y con ellos las preocupaciones son menores, pero la diversidad de estilos a la hora de acudir a una comunión, ya seas protagonista o invitada, es otra cosa que no deja de sorprenderme. Tenemos el look boda, en el que como hace ya diez años que nos casamos, pues aprovecho para comprarme ese vestido de fiesta que me gusta tanto y que en todo este tiempo no pegaba ponérmelo, pero ahora por fin ha llegado mi momento. Lleno de pedrería, transparencias y tornasol, hará que cuando llegue a la ceremonia brilles más que el sol. Luego está el look campestre, que se justifica con la frase “es que nosotros hacemos una ceremonia sencilla”, y nos vestimos como si fuéramos a hacer un picnic (chic, pero picnic al fin y al cabo), con un vestido suelto, sin pretensión alguna, pero con un amago (fracasado) de glamour. Y luego está mi look favorito, el que denominaría (hoy que estoy graciosa) “por mí no pasa el tiempo”. Ese vestido ridículo donde los haya, minifaldero y ajustado, con escote prominente, para demostrarle al mundo que aunque tu hijo, sobrino o amigo haga la comunión (y por ende que tiene por lo menos 8 ó 9 años), tú sigues tan joven como a los 20 (gracias a la cirugía, el ejercicio tardío o la liposucción). Y resulta que consigues el efecto contrario: parecer vieja, inapropiada y cincuentona.

En la vida no hay que complicarse. Un vestido simple, color pastel, recto y sin pretensiones, puede parecer mucho más elegante y apropiado para ese tipo de ceremonias que cualquier otro modelo más barroco. En estas fiestas lo importante, no lo olvidemos, no es ni la madre ni la tía, ni mucho menos la super mejor amiga de la madre del bautizado o comulgante: es el niño y el Sacramento que va a recibir lo que ha de primar.

Y para eso, os propongo este vestido de DOLORES PROMESAS que vi el otro día y que me pareció de lo más acertado para este tipo de ocasiones que estamos comentando. En color crudo (al no tratarse de una boda la ocasión lo permite) y 100% algodón, este VESTIDO CON MANGA VOLANTE me parece de lo más elegante a la vez que estiloso y actual. Su precio actualmente no supera los 100 €, y con un zapato rojo o morado, el pelo suelto bien peinado, una cartera de mano y unos buenos pendientes, puedes estar ideal sin necesidad de completarlo con nada más. Bueno, si hace frío, puedes añadirle una chaqueta fina de punto, pero reitero, nada más.

Hacerme caso: aplicar siempre el menos es más. Es mejor no llegar que pasarse. Y otro consejo aún mayor: en cualquier evento, sea del tipo que sea, no te disfraces; viste según tus gustos, estilo y tu propia personalidad. Y con este modelo que os propongo y con poco presupuesto, junto a vuestro toque personal, que nunca debéis perder, podéis estar como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: VESTIDO CON MANGAS VOLANTE, de DOLORES PROMESAS. Color blanco. PVP: 144,90 € (ahora está con un 30% de descuento, a 101,43 €). De venta en tiendas DOLORES PROMESAS y en www.dolorespromesas.com.