1

Más que guapa

Hace casi tres años me diagnosticaron un Gist. De nombre extraño, causa desconocida y resultados contradictorios, a mis 35 pasé por una tremenda intervención quirúrgica que hizo que me despidiera del mismo pero que se llevó también casi todo mi estómago y por qué no decirlo, parte de mí. Tres años de tratamiento me esperaban, nuevos hábitos alimenticios, 15 kilos menos y un malestar general que han invadido mi cuerpo y toda mi rutina desde entonces.

Sin embargo, la alegría de vivir, la satisfacción por la superación y las ganas de compartir todo el tiempo con los míos, unido a su risa y su inmenso cariño, me obligaron a replantear mi vida, valorando sólo lo importante y siendo inmensamente feliz con cada pequeño detalle que me ocurría, aunque formara parte de lo que hasta ahora por habitual había pasado inadvertido.

Cuidarme se convirtió en una máxima y a la vez en una necesidad, pero poco a poco y al ver los exitosos resultados se transformaron en un sentimiento revelación. La preocupación por la pérdida de peso se tornó en orgullo por poder lucir un tipazo saludable con prendas favorecedoras que nunca antes había pensado en vestir. El cuidado facial se transformó en un ritual con excelentes resultados, que suscitaron sugerencias de presuntos retoques que ni me había planteado realizar. Un buen corte de pelo, unas mechas adecuadas y un maquillaje a la última consiguieron transformar ese nuevo cuerpecillo en mí soñado y particular Oscar a la superación. El premio sorpresa por todo lo vivido llegó sin esperarlo, sin conocerlo ni saberlo, por lo que resultó ser doblemente gratificante.

Ahora me siento orgullosa y feliz, y lo más importante, más que guapa. Guapa por fuera, aunque por dentro en muchas ocasiones no lo esté. Y no sólo guapa, mucho más que guapa: valiente, luchadora, afortunada y ganadora.

Por eso, y con la finalidad de poder compartir este nuevo sentimiento que me invade, que no hubiera sido posible sin los continuos piropos de los que me rodean y que me quieren sin condiciones, y que han visto en mi más allá de lo que sus ojos advertían, he decidido crear este “Más que guapa”, para compartir con todos vosotros esos pequeños secretillos de belleza, moda y estilo de vida que me han ayudado en mi recuperación y que pueden convertir un día gris en un día rosa, o al menos violeta, sólo con la ayuda de un par de truquillos, un espejo y muchas ganas de estar bien.
Serán sólo eso, unos consejos y trucos de autoayuda para que podáis sentiros mejor a pesar de las dificultades, cualquiera que sea su origen. Esos remedios que no dan los médicos que siguen tu tratamiento, pero que sin embargo he conseguido recopilar gracias a los distintos profesionales en la materia que me han ido acompañando y asesorando durante todo este tiempo, pensando siempre en mi, en mi bienestar y en que me sintiera bien, por fuera y por dentro.

Y aquí viene la máxima del blog: Quiérete y cuídate, no dejes que recaiga en los demás esa responsabilidad. Y sobre todo, no dejes de ser la persona que eras antes por mucho que la naturaleza o los acontecimientos de la vida se hayan empeñado en cambiarlo. Te falte lo que le falte, mira siempre lo que te queda, seguro que es mucho más de lo que hubieras pensado jamás. No mires atrás.
Con todo mi cariño,
Emma G.