Sandalias cómodas y elegantes para el verano

El otro día mientras estaba trabajando – por razones laborales suelo moverme mucho durante el día – se me rompieron las sandalias. Si eso me hubiera pasado en otro momento de mi vida me hubiera parecido una hecatombre; ahora, gracias a lo que el GIST me ha enseñado y supongo que también a la edad me pareció incluso algo gracioso.

Y es que aunque inicialmente lo consideré una faena, al final me sirvió como excusa para echarme unas risas con compañeros, amigos y conocidos. Ir de punta en blanco con un zapato a medio atar la verdad es que es algo anómalo, pero si te lo tomas con una sonrisa incluso se puede convertir en algo divertido digno de recordar.

Y a pesar de que mis usadas sandalias me encantaban, no tenían arreglo (además, tampoco eran tan viejas), así que la aventura mañanera se transformó en una excusa perfecta para tener que ir a comprarme unas nuevas. A decir verdad no necesito una excusa para darme un capricho, pero si lo veo como algo necesario es aún mucho mejor.

Por eso y antes de ir, me conciencié de que lo que necesitaba eran unas sandalias cómodas, de las denominadas “troteras”, con las que poder ir a trabajar y desplazarme por distintos puntos de la ciudad a mil por hora sin acabar coja, magullada o directamente accidentada. Y es que he de confesar que con los zapatos tengo un problema: siempre voy con una idea pero cuando llego a la tienda, me acabo enamorando de esos zapatos preciosos que suelen lucir en la estantería de la entrada, que a pesar de llevar poco tacón y combinar con muy poca ropa son tan ideales que sólo puedo llevarme esos. Luego me los pongo al día siguiente para ir a trabajar a las 7 de la mañana y juro en arameo porque me duele el pie, la uña, la espalda e incluso la rodilla. Me prometo a mí misma que nunca más voy a cometer ese error, pero siempre la estética prima más que la comodidad, y eso se tiene que acabar.

Sin embargo esta vez, no sé si por el tremendo calor que hacía ese día o por lo cansada que estaba (ir cojeando ocho horas te dejan realmente reventada) hicieron que fuera directa a la tienda suplicando por favor unas sandalias cómodas pero con las que pudiera ir a trabajar dignamente. Y así fue como las “Palomitas” llegaron a mí, y desde entonces se han convertido en mis sandalias favoritas de esta temporada.

Las “Palomitas” son unas sandalias, diseñadas por la prestigiosa Paloma Barceló, que unifican elegancia con comodidad. De diseños sencillos y líneas depuradas, suela interior de cuero y tiras exteriores de ante, napa o charol, son las sandalias perfectas para ir adecuadamente vestida a pesar del calor.

Lo mejor es su extrema ligereza a pesar de su ancha y alta suela exterior de goma y plataforma de 3,5 cm., que te da la altura necesaria para lucir unas bonitas y estilizadas piernas sin peligro de caerte. Y después puedes elegir entre distintas alturas de tacón según prefieras ir más o menos sofisticada. En mi caso y para el día a día, elegí un modelo con una elevación de unos 3 cm. en la zona del talón que es más que suficiente.

La verdad es que este tipo de zapato ha sido todo un descubrimiento. Gracias a mis Palomitas, que las adquirí en un tono azul marino de lo más combinable, puedo caminar de forma rápida y segura en mi día a día, olvidándome de rozaduras, torceduras y dolores de espalda (que ahora por sorpresa y por ir adecuadamente calzada han desaparecido). Y además su diseño es tan fino y adecuado que puedo combinarlas con cualquier tipo de look, desde el más sobrio hasta el más sofisticado.

Hacedme caso: no renunciéis al glamour pero buscad siempre la comodidad al andar. Ahora es posible gracias a las sandalias Palomitas, y de esta forma seguiréis estando, como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: SANDALIAS PALOMITAS, de PALOMA BARCELÓ.

Modelo LANA. Color marrón. PVP: 143 €. De venta en zapaterías autorizadas y en Paloma Barceló . En Zaragoza en Zapatería Molinos, Pº Sagasta, nº 3, 50008 Zaragoza.