La protección solar es importantísima para cuidar la salud de tu piel, y más en pacientes que la tienen especialmente sensible, o que padecen alergia o intolerancia al sol. Pero una vez que se ha identificado la crema solar adecuada, y se siguen las instrucciones de aplicación que garantizan un cuidado correcto, ¿Por qué siempre después de tomar el sol nos olvidamos de aplicar aquel producto tan afamado en su día como es el after sun o crema para después del sol, pero que hoy ha ido perdiendo cada vez más adeptos?
Desde que se ha generalizado el uso de la crema hidratante corporal, lo cierto es que la usamos prácticamente para todo. Que tienes la piel seca (sin cuestionarnos la causa), pues ahí va un poco de crema. Que tenemos la piel un poco más irritada, otra vez la loción hidratante. Que nos sale un sarpullido, vamos a probar primero con nuestra crema habitual. Vamos, que es una especie de remedio para todo cuando la piel no se encuentra en su estado óptimo, y evidentemente, pocas son las ocasiones en las que acertamos con este remedio.
Hay que tener en cuenta que cada crema tiene una finalidad. Los componentes cambian y se formulan dependiendo del tipo de piel a aplicar y la necesidad concreta a utilizar. Si después de una exposición prolongada al sol aparecen ligeras quemaduras, rojeces o irritaciones en la piel, ¿Por qué utilizamos el mismo producto que nos ponemos habitualmente para después del baño, si la circunstancia por la que está pasando nuestra piel no es la misma? He de decir que por tener la piel clara, y por la ingesta de GLIVEC tras el GIST, he sido de esas personas que utilizaban la crema hidratante como solución para todo, hasta que mi autocuidado se convirtió en una máxima y comencé a buscar remedio a cualquier contratiempo físico que se me planteaba, buscando el producto adecuado para cada necesidad.
Y así, hasta que comprendí que tras tomar el sol, por muy protegida que estuviera, mi crema hidratante habitual no era suficiente como para paliar los efectos de la exposición solar. Por eso, en los últimos días, he adquirido AFTER SUN LOTION de ISDIN, un producto fantástico que alivia e hidrata la piel al instante tras la un baño de sol.
Esta loción para después del sol, refresca la piel a la vez que alivia el ardor y el enrojecimiento producidos por el mismo. Con una sola aplicación, hidrata, suaviza y devuelve a la piel su tersura natural, y lo mejor: fija y prolonga el bronceado, evitando la descamación. Evidentemente, es una crema hidratante, pero además calma y refresca, lo, cual resulta ideal cuando por un pequeño descuido la crema solar se ha aplicado de forma incorrecta y nos hemos quemado ligeramente por el sol.
Su fórmula está testada bajo control dermatológico, y es apta para todo tipo de pieles. No contiene parabenos, ni es sensibilizante, por lo que puede ser utilizada por niños y adultos indistintamente.
Conviene aplicarla con la piel limpia y seca, dando un suave masaje con las yemas de los dedos, en especial incidiendo sobre las zonas afectadas por la irritación solar. Es preferible esperar a su completa absorción, aunque como se trata de una loción, permite extenderla rápida y cómodamente, por lo que se absorbe de forma inmediata.
A mí me ha encantado, porque además de haber mantenido mi piel hidratada después del sol, su efecto reparador ha sido sorprendente, así que se ha convertido en otro de mis indispensables en mi tocador. Por ello y tras un baño solar, he podido eliminar las molestias causadas por el sol a la vez que prolongo mi moreno, por lo que puedo seguir estando, como siempre, cuidada y mucho ¡Más que guapa!
EL PRODUCTO: AFTER SUN ISDIN LOTION, de Laboratorios ISDIN. Envase de 200 y 500 ml. PVP: 8-15 € aprox. dependiendo del tamaño. De venta en farmacias y parafarmacias.
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