Es necesario hacer deporte. Me ha costado mucho tiempo darme cuenta, y he tenido que aprender a sobrellevar los efectos secundarios del Imatinib (GLIVEC) durante casi tres años y recuperarme de la operación del GIST para darme cuenta de los beneficios que conlleva el movimiento continuado.

Nunca me ha gustado hacer deporte. El estudio pormenorizado para especializarme en mi profesión, el gusto por la moda o el maquillaje, la lectura y la cultura en general han completado siempre tanto mi tiempo de trabajo como de ocio. Sin embargo, el deporte nunca entraba dentro de mis planes. Eso de añadir a mi apretada agenda una actividad de esfuerzo y que a su vez provocaba cansancio no me convencía nada. Es más, durante mi juventud practiqué regularmente algún deporte que se me daba relativamente bien, pero con el paso de los años la pereza y la atención hacia otro tipo de distracciones hizo que me olvidara de ello por completo.

En mi artículo Glivec, efectos secundarios, os comenté que uno de los efectos más adversos en mi caso fue la fatiga extrema. Sí, una fatiga desorbitada, casi desesperante, que repentinamente me impedía poder moverme, e incluso dificultaba mi respiración. Dicha fatiga se manifestaba rotundamente al finalizar el día, pero me causaba tal desazón interior que puedo concluir sin duda alguna que ha sido lo más difícil de sobrellevar durante todo este tiempo.

Con el paso de los meses, y gracias al cuidado de mis médicos y la adopción de nuevos hábitos de vida, dicho malestar ha ido desapareciendo, aunque ciertamente reconozco que aparece de vez en cuando si altero la normalidad y rutina de mi vida. Me salgo de lo que yo denomino coloquialmente sota, caballo y rey, y el cansancio desmesurado vuelve a aparecer.

Sin embargo, he descubierto, y gracias a la insistencia de mi marido, que hacer deporte ha mejorado sustancialmente mi calidad de vida. Cuando te encuentras siempre cansada, la primera medida que adoptas directamente es tumbarte en el sofá en cuanto tienes cinco minutos libres de tu tiempo (yo sólo tengo cinco, no más). Aprovechas todo tu tiempo libre para descansar, sin darte cuenta que la inactividad incrementa tu cansancio todavía más.

Hacer deporte ha conseguido, por un lado, que me vuelva a sentir mentalmente sana. Sí, sana, porque en primer lugar puedo hacer un esfuerzo físico similar al que hace el resto del mundo, lo cual me equipara a ellos, que no toman mi medicación. Por otro lado, ha servido para que mi organismo se reorganice, elimine la toxicidad de mi cuerpo con el sudor a la vez que fuerzo mi cuerpo y fortalezco mis músculos (que habían perdido mucha masa muscular), con lo cual he conseguido, poco a poco, ir recuperando las fuerzas perdidas. Pero lo mejor es que haciendo deporte – con moderación, evidentemente, y junto a mi otra costilla – hace que me sienta libre, recuperada y feliz.

Por otra parte y para este proyecto de it girl, no ha sido nada fácil encontrar un modelo adecuado para retomar la actividad física. Evidentemente las ganas de volver a hacer deporte eran muy pocas, así que me busqué una excusa que me animara a hacerlo de nuevo. Y cómo no, esa fue la elección de la ropa que iba a utilizar.

No pensé que fuera tan difícil encontrar algo que me gustara. Entre que el deporte no me apasionaba en absoluto y la ropa para realizarlo me parecía más que horrible (y es que cuando una no es experta, eso es lo que pasa), emprendí un nuevo camino hacia la búsqueda deL modelito adecuado que incentivara mi vuelta a la actividad física. Y así, encontré esta camiseta tan ideal que ha conseguido que vuelva a coger una raqueta con estilo y con glamour, y que quiero compartir con vosotros.

Es la camiseta de tirantes RELOAD, de ADIDAS. Su diseño, con corte entallado, espalda deportiva y escote, decorada con grandes topos, hizo que me encantara nada más verla. Si a eso añades la tecnología de secado rápido y específica para entrenamiento Climalite®+, exclusiva de ADIDAS, que aúna la comodidad informal y suave con el secado rápido de un tejido técnico, la hace comodísima y perfecta para comenzar a entrenar.

Su tejido de punto simple 100% poliéster y de uno de mis colores favoritos, el morado, junto con su gran logotipo amarillo ADIDAS en contraste estampado en el lateral izquierdo, ha conseguido que mi vuelta al ruedo sea exitosa y seguir estando, como siempre ¡Más que guapa!

1)      EL PRODUCTO: CAMISETA DE TIRANTES RELOAD, de ADIDAS, Color Tribe Purple. PVP: 26 €. De venta en tiendas ADIDAS, puntos de venta autorizados y en la web de Adidas.

Las sandalias son lo mejor para el verano. Su variedad de estilos me apasiona. Con tacón alto o planas, son comodísimas y muy frescas para el periodo estival.

Hasta ahora os he estado hablando siempre de ropa cómoda, más bien casual, que puede hacer que en determinados momentos os encontréis ¡más que guapas! y con glamour a pesar de las circunstancias de la vida que os rodeen. Pero esta vez no he podido resistirme a recomendaros un par de sandalias que he visto, y que si bien son más incómodas para llevarlas a diario, dada la altura de su tacón, 10,6 cm, harán que alargue vuestras piernas y en ocasiones especiales vayáis derrochando glamour.

No todo va a ser quedarse descansando en casa, o ir al supermercado. También, aún con tratamientos o diversas visicitudes que uno pase, la vida sigue, y hay concretas ocasiones en las que los actos sociales, celebraciones o simplemente ir a tomar un aperitivo, exigen que una luzca estilosa y especial.

Por eso mi propuesta para esos casos son las SANDALIAS de TACÓN ABOTINADAS CRUZADAS de ZARA. De ese color tan favorecedor y ahora de moda como es el azul Klein,he de reconocer queme han encantado, y considero que van a causar sensación. Esta nueva forma de sandalia abotinada, con tiras entrelazadas simulando una ligera puntilla, me parece de lo más original y llena de glamour.

Además, su cremallera trasera permite poder ponerlas y quitarlas con facilidad, por lo que hace que vestirlas no dé ninguna pereza. Su corte, 100% de piel caprina, y su suela de caucho vulcanizado, las hace también más cómodas de lo que en apariencia parecen.

La verdad es que al verlas se me ocurren infinidad de combinaciones para llevarlas: con vaqueros, con un vestido veraniego suelto, con traje sastre de chaqueta… Tanto informal y casual como elegante, creo que son de lo más combinable. Pero lo importante es que, además de que elijáis el look más adecuado, gracias a ese par de tacones os sintáis altas, estilizadas y por qué no decirlo, de lo más estilosas.

En mi artículo Date un capricho os recomendaba que de vez en cuando os hicierais un regalo que os encantara, sin esperar a que lo hicieran los demás, con independencia de su coste económico (eso sí, sin pasarse). En este caso, este capricho me parece de lo más acertado, porque además su precio, 45,95 €, las hacen perfectas para adquirirlas en esos momentos en los que surge la necesidad de darse una recompensa. Y si no, también podéis regalárselas a una amiga, seguro que le encantan.

Os dejo con este par de sandalias que este verano van a causar la sensación. Pero seguro que vosotras, con o sin ellas, vais a seguir estando siempre ¡Más que guapas!

1)      EL PRODUCTO: SANDALIAS TACÓN ABOTINADA CRUZADA de ZARA, Ref. 2358/301. Color azul Klein. PVP: 45,95 €. De venta en tiendas ZARA y en www.zara.com.

Las joyas son mi pasión, pero si encima comprándote una haces una labor solidaria, eso ya no tiene precio. Tengo preferencia por los anillos y pendientes, para eso soy más clásica. Sin embargo para las pulseras, me gustan más modernas y colocarlas junto al reloj.

Por eso me encanta la PULSERA ONE que la famosa joyería SUAREZ ha reinventado desde hace años. Se trata de una pulsera que combina al mismo tiempo la modernidad del cordón de color, acabado en nudo marinero, con el clasicismo de la perla y el acabado en plata (o en oro), con lo que han logrado un acabado elegante y actual.

Tienes varias posibilidades para elegir, ya que se presenta en diversos colores y tipos de perla. Desde los cordones más tradicionales (gris o beige) hasta los coloreados con el último grito, los colores flúor que ahora y para el verano están tan de moda (desde el amarillo chillón al verde o rosa).

Con respecto a la perla, puedes optar por la blanca perla australiana o por la sofisticada perla gris de Tahití. Pero si eres de las que vas buscando el último modelo, te encantarán las nuevas que han confeccionado en pavé de tsavoritas, zafiros, rubíes y espinelas, en amarillo, rosa, verde y azul, con cordón oscuro y brillo espectacular.

Con un tamaño discreto y esta variedad de modelos, permite llevar varias de diversos modelos y colores mezcladas en tu muñeca, y lograrás un resultado muy hippie chic. Además, es el regalo perfecto para cumpleaños, Navidad, o simplemente para darse una a sí misma capricho, tal y como os recomendaba en mi artículo Date un capricho.

Pero lo mejor es que con su compra, colaboras con una buena causa, qué digo buena, buenísima, ya que la Joyería Suarez, en su labor solidaria, colabora con la FUNDACIÓN ALADINA destinando un porcentaje de las ventas de esta pulsera ONE a la labor social de esta magnífica fundación, bajo el lema “Sonrisas que hacen magia”.

Y es que la FUNDACIÓN ALADINA, Entidad privada sin ánimo de lucro y presidida por Paco Arango, ejerce una labor espectacular, ya que su objetivo consiste en ayudar a niños y adolescentes enfermos de cáncer, así como a sus familias, proporcionándoles un apoyo integral, tanto material como psicológico y emocional.

Cada año ayudan a más de mil niños y familias a recuperar la sonrisa (como ellos muy bien dicen), así que con nuestro granito de arena podemos contribuir a todas las actuaciones que llevan a cabo ayudando a los demás en ese trance tan difícil como es la lucha contra la enfermedad. Actúan especialmente en el Hospital Universitario Infantil Niño Jesús y en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, pero también trabajan con el Hospital 12 de Octubre, el Hospital Universitario de Getafe y otros centros de toda España.

¿Se os ocurre mejor idea para seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!?

EL PRODUCTO: PULSERA ONE Color con perla Australiana y detalles en plata de JOYERIA SUAREZ, Color beige. PVP: Desde 175 €. De venta en Joyerías SUAREZ y en www.joyeriasuarez.com.

FUNDACIÓN ALADINA: www.aladina.org.

No entiendo cómo la gente se complica tanto cuando va de ceremonia. Difícil la elección del vestido, pero no me explico todavía por qué motivo concreto además convertimos dichos eventos sociales en el momento “arbol de navidad” o cómo lucir el mayor número de complementos de fiesta que tenemos guardados en casa en menos tiempo. Pendientes, colgantes, chales de diversos tamaños y colores, bolso multicolor, zapatos imposibles… ¿Pero dónde está el vestido? Y lo peor, ¿Dónde estás tú?

Para determinados eventos y ceremonias, como es el caso de una comunión o un bautizo (en otro momento hablaremos de las bodas, eso ya es de terror), bien seas la madre del protagonista o invitada estelar, hay que aplicar como nunca el siempre tan afamado “menos es más”. Sí, cuanto menos complementos, colgantes, prendidos en el pelo y maquillaje artificial, más guapa estarás.

Hay que tener en cuenta que en esas ocasiones lo importante son los niños. Si eres la madre del artista, previamente habrás tenido que organizar al resto de la familia para que todo esté perfecto para el evento. Y si eres invitada, acepta que eres eso, una invitada, no una estrella superstar. Por eso, complicandote la vida con multitud de complementos, además de estresarte todavía más, corres el riesgo no sólo de perder alguno por el camino sino de desmerecer la ceremonia, al homenajeado y al resto de tu familia. Y qué decir de la foto: es imposible coger a tu bebé con el faldón y sujetar a la vez el bolso de mano, el chal (si no te enredas con los flecos date por afortunada), la chaqueta que te has quitado porque hace calor, a tus otros hijos con la otra mano, sonreír a la cámara y sostenerte en los tacones de vértigo (esos que nunca llevas), todo al mismo tiempo.

Claro que si eres invitada y llevas más pingos que el baúl de la Piquer, puedes tener suerte y conseguir no hacer ninguna foto que inmortalice el momento, ya que si además de los complementos tienes que sujetar la cámara, eso ya es para nota.

Con las comuniones aún es peor. Es verdad que los niños ya son mayores y con ellos las preocupaciones son menores, pero la diversidad de estilos a la hora de acudir a una comunión, ya seas protagonista o invitada, es otra cosa que no deja de sorprenderme. Tenemos el look boda, en el que como hace ya diez años que nos casamos, pues aprovecho para comprarme ese vestido de fiesta que me gusta tanto y que en todo este tiempo no pegaba ponérmelo, pero ahora por fin ha llegado mi momento. Lleno de pedrería, transparencias y tornasol, hará que cuando llegue a la ceremonia brilles más que el sol. Luego está el look campestre, que se justifica con la frase “es que nosotros hacemos una ceremonia sencilla”, y nos vestimos como si fuéramos a hacer un picnic (chic, pero picnic al fin y al cabo), con un vestido suelto, sin pretensión alguna, pero con un amago (fracasado) de glamour. Y luego está mi look favorito, el que denominaría (hoy que estoy graciosa) “por mí no pasa el tiempo”. Ese vestido ridículo donde los haya, minifaldero y ajustado, con escote prominente, para demostrarle al mundo que aunque tu hijo, sobrino o amigo haga la comunión (y por ende que tiene por lo menos 8 ó 9 años), tú sigues tan joven como a los 20 (gracias a la cirugía, el ejercicio tardío o la liposucción). Y resulta que consigues el efecto contrario: parecer vieja, inapropiada y cincuentona.

En la vida no hay que complicarse. Un vestido simple, color pastel, recto y sin pretensiones, puede parecer mucho más elegante y apropiado para ese tipo de ceremonias que cualquier otro modelo más barroco. En estas fiestas lo importante, no lo olvidemos, no es ni la madre ni la tía, ni mucho menos la super mejor amiga de la madre del bautizado o comulgante: es el niño y el Sacramento que va a recibir lo que ha de primar.

Y para eso, os propongo este vestido de DOLORES PROMESAS que vi el otro día y que me pareció de lo más acertado para este tipo de ocasiones que estamos comentando. En color crudo (al no tratarse de una boda la ocasión lo permite) y 100% algodón, este VESTIDO CON MANGA VOLANTE me parece de lo más elegante a la vez que estiloso y actual. Su precio actualmente no supera los 100 €, y con un zapato rojo o morado, el pelo suelto bien peinado, una cartera de mano y unos buenos pendientes, puedes estar ideal sin necesidad de completarlo con nada más. Bueno, si hace frío, puedes añadirle una chaqueta fina de punto, pero reitero, nada más.

Hacerme caso: aplicar siempre el menos es más. Es mejor no llegar que pasarse. Y otro consejo aún mayor: en cualquier evento, sea del tipo que sea, no te disfraces; viste según tus gustos, estilo y tu propia personalidad. Y con este modelo que os propongo y con poco presupuesto, junto a vuestro toque personal, que nunca debéis perder, podéis estar como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: VESTIDO CON MANGAS VOLANTE, de DOLORES PROMESAS. Color blanco. PVP: 144,90 € (ahora está con un 30% de descuento, a 101,43 €). De venta en tiendas DOLORES PROMESAS y en www.dolorespromesas.com.

Me encanta la ropa. La verdad es que selecciono y pienso a conciencia en cada una de las prendas que necesito (bueno, o más bien me gustan y me auto convenzo de que no puedo pasar sin ellas). Por eso intento tener un buen fondo de armario con prendas de vestir duraderas que bien puedo combinar arreglada o de sport dependiendo de resto de complementos, y que solucionan mi día a día con esta intolerancia al frío que tras el GLIVEC experimento.

Una de mis prendas por antonomasia es el ahora tan denominado trench, o lo que es lo mismo, la gabardina de toda la vida. Hay que ver el cambio radical que ha dado este tipo de prenda; de ser utilizada como abrigo fetiche para momentos exclusivos de lluvia (siempre largura midi en color beige), ha pasado a convertirse en un imprescindible de entretiempo, bien sea en primavera u otoño, y se ha reinventado en distintos colores y larguras, lo que la hace un indispensable de toda it girl.

Mis trench favoritas son las de MAX&CO. Esta línea joven y dinámica de MAX MARA, ha conseguido convertirme completamente en una adicta a sus prendas desde que salió al mercado y comenzaron a comercializarla en España. Aún recuerdo cuando me compré en Milán uno de mis primeros trajes pantalón para trabajar, hace ahora casi 14 años. Era de MAX&CO y ¡me duró una eternidad! Por eso, cuando por fin se instalaron en España, y abrieron tiendas en Zaragoza, Madrid y Barcelona, fue toda una alegría para mí.

Lo mejor de esta marca, además de su amplia variedad de prendas y estilos, es la alta calidad de sus telas y patronaje, y su precio asequible. Pero además y durante todo el año, va renovando constantemente el género y sus prendas y tallas son limitadas, por lo que en cualquier momento puedes adquirir novedades distintas evitando repetir con cualquier conocida. De hecho, mi gusto extremo por esta marca la he ido contagiando a algunas de mis amigas, porque como hay distintas líneas en cada colección, atrae a un público muy variado, y ya sea de sport o para vestir, siempre han encontrado algo que les ha convencido.

En Zaragoza, el éxito de esta tienda mucho tiene que ver con la atención personalizada que prestan Sara, su directora, y el resto de su equipo de la tienda MAX&CO, sita en C/Isaac Peral, nº 22. Captan tu estilo desde el primer momento, y dada la variedad de artículos y complementos, te asesoran a la perfección, eligiendo la ropa que más se adecúa a tus gustos y preferencias.

De hecho, aquí es donde podéis encontrar el mayor y más variado surtido de trench, de buen corte y calidad. Más cortos, sipo sahariana, o más largos, hasta la rodilla (los que más me gustan), más ligeros o sport, con mezcla de algodón, y más arreglados con acabado satinado, para lucir con traje ejecutivo, vestido e incluso para ir de fiesta. Todos son prácticos y permiten distintas combinaciones.

De amplia variedad de colores y diseños, MAX&CO ha conseguido reinventar el trench consiguiendo hacer que ya no sea una prenda exclusiva de lluvia, sino un complemento más para cualquier momento de la vida diaria. Aunque también siguen presentando los trench en color tostado o beige, me encantan las nuevas tonalidades que han aplicado, como el blanco, el azul marino satinado (las más elegantes), el rosa chicle, el azul klein o incluso el verde lima. Y como novedad, ¡también se han atrevido con el estampado!

Eso sí, mis favoritas son siempre las que llevan cinturón, porque estilizan la figura, simulan cintura de avispa, y al cerrar en la zona abdominal abrigan más. Además, como no pesan, resultan muy cómodas y fáciles de poner, permitiendo que puedas llevarlas a cualquier sitio, incluso como comodín por si las inclemencias del tiempo cambian.

Os dejo una muestra de las que más me ha gustado esta temporada, pero no olvidéis pasaros por allí para probaros lo que más se adecúe a vuestra figura y estilo. Y además cada mes traen cosas nuevas, así que ya no tenéis excusa para seguir estando siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: TRENCH MAX&CO, de venta en tiendas MAX&CO. En Zaragoza, en C/ Isaac Peral, nº 22. PVP: A partir de 200 €. Podéis consultar su colección y otros puntos de venta en www.maxandco.com.

Durante el verano, no hay nada más cómodo que unas sandalias de cuña. Al principio me resistía un poco a llevar ese tipo de calzado, en especial si se trataba de cuñas altas. Para ser sincera, la verdad es que estéticamente no me gustaban mucho, más bien nada, porque me daba la sensación de que hacían un pie gigante y poco fino. Como hay tanta variedad, siempre me había fijado en esos zapatos de apariencia horrible, que simulaban zancos, y que combinaban fatal tanto con falda como con pantalón.

Sin embargo he de reconocer que tras probarlas y encontrar unas adecuadas a mi estilo, mi opinión ha dado un cambio radical. El calzado con cuñas – esa suela gorda que eleva tu altura unos cuantos centímetros – puede resultar muy estiloso, si sabes combinarlo. Pero lo mejor es lo cómodo que resulta, a la vez que puede alargar tus piernas hasta diez centímetros sin que tu pie sufra las visicitudes que provocan los tacones altos.

Si os fijáis bien en este tipo de suela, y aunque parezca que caminas por las nubes, hay que calibrar la diferencia entre el grosor de la suela y el simulado tacón, y veréis como la elevación de la planta del pie es muy inferior a cualquier zapato alto. El dolor de pies provocado por llevar tacones de vértigo, se acentúa, sobre todo, en la zona plantar, porque el desnivel que provoca puede causar desde contracturas musculares hasta calambres en los pies, entre otras desventuras. Por eso las cuñas resultan muy adecuadas para las que queremos unos pies sanos, ya que se adaptan mejor y mitigan las molestias que causa el zapato de tacón de siempre. Además hay ocasiones en las que no quieres ir tan vestida, pero que tampoco el zapato plano es la solución, así que para esos momentos resultan más que perfectas.

El año pasado necesitaba un zapato de verano fresco que combinara con todo, que fuera más casual, y que a la vez estilizara mi figura, y lo conseguí cuando adquirí mis sandalias de cuña color nude. La verdad es que son comodísimas, me hacen mucho más alta a la vez que estilizan mis piernas, y el color nude encaja con todo mi vestuario.

Este año he encontrado para una de mis amigas, que le encantaron las que llevaba el pasado verano, las Sandalias T-bar CUÑA de MANGO, en efecto piel con tira delantera y en el tobillo con cierre de hebilla, plataforma de yute y suela de goma, que se ajustan exactamente a lo que os estoy describiendo. Además y al ser de MANGO, puedes adquirirlas o en la tienda o directamente por internet, con la ventaja de que te lo llevan a la dirección que elijas o fácilmente y sin coste adicional alguno, a la tienda Mango que prefieras.

Son ideales, y al combinar la piel con la suela de aparente esparto, les da un toque más informal. Están disponibles en dos colores – nude, mi favorito porque pega con todo – y el siempre combinable negro. Su precio, que no alcanza los 40 €, las convierten en un capricho de lo más accesible.

Quedan estupendas con vestido o falda, ya sea larga o corta, y mejor aún con pantalón ancho o vaquero pitillo. Además, si tu figura y tu edad te lo permite, con unos simples shorts y una camisola tipo hippie, conseguirás un look playero de lo más acertado.

Así que este verano, por mucho calor que haga, y con esta propuesta que os hago hoy, podrás estar cómoda, fresquita, estilosa y como siempre y aunque el cansancio te invada en algún momento, ¡Más que guapa!

EL PRODUCTO: Sandalias T-bar CUÑA de MANGO, REF. 23085573 – Neli c. Disponibles en color negro o nude. PVP: 39,99 €. De venta en tiendas MANGO o en www.mango.com.

Los fulares, bufandas o pañuelos para el cuello, también denominados pashminas, son uno de mis complementos de moda favoritos. Ideales para tapar el cuello, son perfectos para dar un toque elegante o sport dependiendo del atuendo elegido, por muy simple que éste sea.

Son perfectos para cualquier combinación de ropa. Con look monocolor, vaqueros o ropa de fiesta, un pañuelo para el cuello, ya sea largo o corto, puede añadir un toque de estilo y sofisticación a tu manera de vestir.

Sin embargo, pocos conocen que el fular, además de ser el complemento de moda perfecto, tiene también un claro componente terapéutico, vistiendo de color y glamour las pequeñas (o grandes) inconveniencias de un tratamiento médico, quimioterapia oncológica o incluso las derivadas de una intervención quirúrgica en la zona del cuello, entre otras.

El fular (denominación cuyo origen proviene de la palabra “foulard” en francés) se utiliza comúnmente para tapar el cuello y proteger la garganta frente a posibles faringitis, afonías o procesos catarrales. Pero además, los pacientes medicados con inmunosupresores, con tendencia a la bajada de defensas, pueden utilizarlo también para cubrir discretamente la boca cuando se encuentren en lugares concurridos, donde existe una tendencia natural a la sobreexposición a virus, gérmenes o bacterias, haciendo las veces de mascarilla protectora sin resultar molesto ni demasiado llamativo.

Para los pacientes en tratamiento con Imatinib (GLIVEC) por GIST, entre cuyos efectos secundarios se encuentra la intolerancia al frío, un pañuelo o fular es siempre indispensable. Además de proporcionar calor, es un complemento ligero y cómodo de llevar, que cuando resulta innecesario puedes meter en el bolso con toda facilidad, y utilizarlo a demanda.

Tras una intervención quirúrgica que afecte a la zona del cuello, ya sea por enfermedad tiroidea, bocio o una simple extracción dental, un gran fular atado al cuello, además de ejercer de protector de la zona intervenida, sirve para ocultar la posible cicatriz residual tras la operación, protegiéndola de la acción solar o de las miradas de manera muy discreta.

Para aquellas pacientes cuyo tratamiento oncológico provoca la caída del cabello, como determinadas quimioterapias, un pañuelo multicolor, con vivo estampado, bien atado a la cabeza, oculta la calvicie temporal a la vez que añade a tu aspecto un toque bohemio-chic. Como alternativa a las pelucas, sobre todo en verano y momentos de calor, resulta de lo más adecuado. Hay múltiples formas de ponerlo, pero para mí la mejor es la que cubre el cuero cabelludo acabando en un nudo, simulando una falsa coleta.

Frente a las exposiciones solares de larga duración, un gran pañuelo de algodón colocado sobre el pelo sustituye al sombrero de paja o a la típica gorra. Esta solución libera del calor, protegiendo de posibles insolaciones a niños y mayores. Si lo combinas con el mismo tono del bañador, es el look perfecto.

Todas las marcas de renombre comercializan fulares y pashminas, con multitud de precios o colores. En Zaragoza, a mí me encantan las de la tienda TODO PASHMINAS, porque disponen de un amplio catálogo de pashminas, bien sean de sport, fiesta, bufandas e incluso fulares para caballero. Tienen la mejor selección de pashminas y fulares al mejor precio, desde 5 €, por lo que puedes darte un capricho y solucionar tu problema sin necesidad de hacer un gasto desmesurado.

Por eso, y gracias a los fulares y pashminas, y a pesar de tratamientos, intervenciones o simples desventuras, puedes continuar estando, como siempre, ¡más que guapa!

EL PRODUCTO: Fulares o pashminas de TODO PASHMINAS, sita en la Calle Alfonso, nº 32, Zaragoza. PVP: Desde 5 €. Web: Todo Pashminas

Me encantan las bailarinas. Para todas las épocas del año, haga frío o calor, vestida o más informal, es mi calzado favorito. Te llevan a todas partes, se adaptan al pie como un guante, y su fácil quita y pon los convierten en el calzado por excelencia.

Cuando estuve en el hospital, intenté no perder el glamour, a pesar de las dificultades. Al menos eso comentaban mis amigas, que venían a verme y a entretenerme cada día, y con las que, aunque resulte increíble, me echaba siempre unas risas. Y es que cuando ingresas en un hospital, hay pocas cosas del exterior que te puedas llevar, y además que te puedan servir, ya que hasta el pijama te lo proporcionan allí. Ni siquiera puedes llevar las uñas pintadas, y evidentemente y salvo los cuatro indispensables de aseo, no necesitas nada más. Sin embargo, el calzado, eso sí que tienes que llevarte el propio.

Y entonces aquí está el dilema, ¿Qué zapatos se lleva una para estar un tiempo ingresada en un hospital? Y es que claro, la vida de un paciente ingresado es bastante aburrida. Normalmente y si te han intervenido, permaneces encamado el tiempo indispensable, pero luego, cuando llega el momento de levantarte, de dar tus primeros pasos, entonces necesitas apoyar los pies en el suelo. Y luego te pasean por todos los pasillos, entras y sales de los ascensores, te dirigen a los distintos Servicios y Especialidades para hacerte las pruebas diagnósticas preceptivas, y claro, eso ya es una salida de la habitación en condiciones, un paseo en toda regla. Es entonces cuando sí que necesitas un buen par de zapatos. Pero ahí llega la pregunta, ¿Cuáles?

Las opciones, aunque parezcan variadas, son bastante reducidas. Nunca me han gustado las zapatillas de estar en casa. Es más, normalmente llevo zueco, de los que llevan los médicos y enfermeras en los hospitales, que recogen y descansan el pie. Evidentemente, ese calzado no resultaba el más adecuado. Mi pijama de ingresada era parecido al que llevaba parte del personal sanitario, y ya lo que me faltaba parecer disfrazada, así que esa opción quedó directamente descartada desde el principio.

Después estaban las típicas zapatillas de tela sencillas, algunas incluso con lazo, monísimas por otra parte y muy adecuadas cuando das a luz pero muy poco prácticas para transitar por el hospital después de varios días tumbada. Y menos para que te lleven en silla de ruedas a hacer una radiografía, por ejemplo. Como pesan tan poco, ¡se podían perder por el camino!

Otra de las posibilidades eran las deportivas. Las zapatillas de deporte tampoco quedaban mal, pero sinceramente, bastante haces con levantarte de la cama como para empezar a agacharte y atarte los cordones. También descartadas.

Así que la mejor opción, por mucho que alguna de mis amigas todavía se esté muriendo de la risa, fueron mis queridas bailarinas. Bueno, ¡me hicieron un papel fantástico! Cómodas para quitar y poner, con suela estable para dar mis primeros pasos tras la operación, recogidas para deambular con la silla de ruedas recorriendo todo el hospital… En fin, ¡era el calzado perfecto para la ocasión!

Por eso, el consejo de hoy es «pon un par de bailarinas en tu vida«. Considero que las negras, lisas, básicas, son indispensables en cualquier fondo de armario, ya que combinan con todo y son comodísimas, elegantes y discretas para ir a cualquier lugar.

Unas de mis favoritas, son las de la marca GEOX, que ha reinventado con estilo el zapato que respira. En especial me encanta el modelo LOLA, que sin tacón, tienen una combinación de piel acolchada con charol de lo más acertada. Con un forro mezcla de cuero (90%) y textil (10%), su suela de goma perforada las hace verdaderamente comodísimas para cualquier actividad.

La novedad de este zapato es que en su interior está insertada una membrana especial impermeable y transpirante que permite la respiración de los pies impidiendo que el agua entre en el zapato y el pie se mantiene seco.

Son ideales, y como veis y para cualquier ocasión y en cualquier lugar, con vuestras bailarinas podéis estar, como siempre ¡Más que guapas!

El producto: Bailarinas GEOX, modelo LOLA.

PVP: 99,90 € aprox. Disponible en tiendas GEOX, puntos de venta autorizados, o en www.geox.com

Cuando pasas por una experiencia traumática, enfermedad, pérdida de un familiar o tras un conflicto interpersonal tu vida cambia, y tu manera de ver las cosas se transforma considerablemente. Las patologías de gravedad son más agresivas, porque puede que conlleven secuelas, y que las mismas sean temporales o directamente pasen a ser definitivas. La ventaja es que en esos casos, valoras más lo que tienes, las pequeñas cosas, disfrutas mucho más de la vida de lo que lo hacías antes.

Para los momentos de tristeza o desazón, sea la causa que sea, el mejor remedio que hay para levantar el ánimo es darse un capricho. Darse un capricho (a uno mismo) significa dedicarse un poco de tiempo y regalarse algo que a uno le guste, por pequeño que sea, y que con eso disfrutes y te llenes de felicidad, aunque sea durante un corto periodo de tiempo. Para algunos será comprarse un bolso (no hace falta que sea demasiado caro) o unos zapatos (hay que ver lo feliz que se siente una cuando estrena algo nuevo), pero para otros un corte radical de pelo o simplemente comerse un bombón de vez en cuando son remedios suficientes como para esbozar una sonrisa.

El capricho, para que tenga efecto, no tiene por qué costar dinero. Para los que somos tratados con Imatinib (Glivec) y nos provoca intolerancia al frío, disfrutar de un rayo de sol que caliente nuestros huesos ya es todo un tesoro. Para los que han estado mucho tiempo encamados por una enfermedad, transitar por la calle o volver a casa, dormir en tu cama, es lo más. Pero para mí, el mayor de los caprichos y uno de los más baratos, consiste simplemente en contemplar el mar, con su enorme extensión, y notar el reflejo del sol sobre él.

Para superar un trance en la vida tengo ejemplos cercanos que sobrevivieron al mismo retomando viejas aficiones. Coser, tocar un instrumento, estudiar una nueva carrera o formar tu propio grupo musical son terapias que les han ayudado con éxito a dejar atrás el pasado y comenzar una nueva vida. Volver a hacer deporte, renovar tu vestuario o hacer obra sociales, dedicando tiempo a los demás, es uno de los mejores remedios para iniciar una nueva etapa con mayor intensidad que la anterior.

Pero quererse, uno no debe de dejar de quererse nunca. Y para quererse, uno debe de darse, de vez en cuando un capricho. Así que navegando por internet, he visto algunos caprichos asequibles que pueden gustaros mucho, y que en momentos de bajos pueden ayudar a subiro la moral, y a la vez poneros a la última, y estar este verano ¡mucho más que guapas!

1 ) SACA ASA CREMALLERA de ZARA, Ref. 4805/304. Tamaño 27 x 40 x 15 cm. PVP: 49,95 €. De venta en tiendas ZARA y enwww.zara.com	2) Sandalias planas de charol de MANGO, color nude. REF. 23047560. PVP: 15,99 €. De venta en tiendas MANGO o en www.mango.com	3) Vestido estampado volantes de MANGO. REF. 23007539 PVP: 19,99 €. De venta en tiendas MANGO o en www.mango.com

4) Helado HÄAGEN-DAZS, sabor Pralines & Cream. Helado de vainilla con nueces de Pecán caramelizadas y remolinos de salsa de caramelo. De venta en centros de alimentación autorizados o en Heladerías HÄAGEN-DAZS.Tarrina de 500 ml. PVP: 6 € aprox.	5) Chocolatina CRUNCH de NESTLE. Tableta de chocolate con leche y arroz inflado. Tableta de 100 gr. PVP: 1 € aprox.

Cuando uno está convaleciente de cualquier enfermedad el trayecto a realizar en casa varía bastante poco: de la cama al sofá, y del sofá a la cama. El malestar general, escasez de fuerza y el frío en ocasiones hace que tumbarse en el sofá sea la mejor alternativa a continuar postrados en la cama. Ver la televisión, ojear una revista o simplemente mirar por la ventana son actividades que parecen de lo más entretenidas, y mucho más cuando la patología sufrida es de larga duración.

Es cierto que uno luego se va recuperando, poco a poco, y puede que recuerde con horror esos momentos de inactividad: momentos en los que el resto del mundo seguía con su rutina diaria, pero que para ti, estancada en el sofá, simplemente mirar por la ventana y observar a los viandantes era lo mejor que te podía pasar. También puede que lo recuerdes con cariño, eso si aprovechaste esos momentos de asueto para retomar aficiones perdidas como leer, coser, o simplemente meditar, y que el hueco que dejaste en el sofá en aquellos días se haya evaporado para siempre.

En mi caso el momento-sofá lo olvidé pronto; quizá porque mi sofá es grande, cómodo, y la compañía fue siempre divertida y entrañable. El sofá, por definición, siempre se comparte, y lo mejor en momentos de reposo es una buena conversación y, siempre y para una óptima recuperación, con una persona que te haga sonreír. Pero mientras estuve en él, “disfrutando” de mis ratos de descanso obligado, tuve mi mantita, de la que desde entonces y cada vez que me siento en el salón, no he podido desprenderme, y la vuelvo a coger una y otra vez con inmenso cariño, recordando esos momentos pasados de descanso y calor en buena compañía.

Por eso, y con independencia de la situación en la que os encontréis, os recomiendo la manta de forro polar de ZARA HOME. Ideal para el descanso, es suave, ligera, y con la intolerancia al frío que provoca el Glivec, medicación prescrita a los pacientes con GIST, es perfecta para entrar en calor mientras permaneces quieto en el sofá. La venden en tres tamaños, desde 130 x 170 cm, hasta 160 x 250, pasando por la más grande de 230 x 250 cm, pero para mí la ideal es la pequeña, la primera de ellas, porque es más que suficiente para cubrirte mientras lees un libro, ojeas una revista, ves la televisión, o simplemente estás de conversación.

Sus colores claros, desde el blanco al beige, pasando por el gris piedra, son ideales y combinan con cualquier sofá, aportando calidez al ambiente, lo que convierte tu salón en un lugar confortable y a la última. Su precio más que adecuado (desde 19,99 €) la hacen perfecta incluso como regalo a tus seres queridos, y si encima no se te ocurre nada que llevarles cuando están convalecientes ¡Este es el detalle perfecto!

¿No os habíais dado cuenta de que todos los bebés tienen su mantita? Con ella se sienten calentitos, protegidos y seguros. Cuando crecen su mantita les sigue a todas partes; y permiten que cojan el sueño en cualquier lugar, con independencia de dónde se encuentren. A los mayores nos pasa lo mismo, pero no queremos reconocerlo.

Sentarnos en el sofá con una manta, además de aportarnos calor, tiene multitud de utilidades terapéuticas, como tapar el abdomen para hacer una buena digestión. Si además tienes una piel sensible o atópica y no toleras lanas o acrílicos, es el complemento perfecto para un reposo con glamour.

Así que ¡Dí adiós a tu vieja manta de cuadros, y apúntate ya a la manta de forro polar! Y de este modo seguirás calentita, cómoda y acelerarás tu recuperación a paso de gigante, manteniéndote, como siempre ¡Más que guapa!

EL PRODUCTO: Manta polar de ZARA HOME. Tamaño 130 x 170 cm. PVP 19,99 €. De venta en establecimientos ZARA HOME o en www.zarahome.com.