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Consejos para ir de rebajas

Es época de rebajas. Y también momento en el que, gracias a eso, se nos puede ir la cabeza por completo. Bueno, la cabeza y el bolsillo. Y digo esto porque cuando hay rebajas, una va por la calle y de repente ve carteles anunciándolo por cada esquina, en cada escaparate, y ya te empiezan a hacer los ojos chiribitas. Pierdes el norte, la conciencia, la lucidez… Es ver algo más barato y te invade una extraña sensación de que te lo tienes que llevar.

SI un día vais de rebajas a un gran almacén, haced la prueba. Si os colocáis en un rincón y echáis un ojo a los pasillos de la tienda, silenciosamente, podréis observar un escenario dantesco y muy divertido a la vez. Gente y más gente sobresaltada, a la caza y captura de la oferta (o al menos eso parece), desesperada por entrar la primera, salir la última, tocar absolutamente todos los productos y llevarse a casa todo aquello en cuya etiqueta se lea “menos del 50%”. ¿Ves a alguien pensando si se lo lleva no? ¿Ves a alguien reflexionando, aunque sea por un solo momento, si se lleva la prenda que sostiene entre sus manos? La respuesta es muy clara: No.

A mí me encanta ir de tiendas, pero sinceramente lo aborrezco en periodo de rebajas. Y no es que no me guste adquirir lo que me gusta a bajo precio, que eso nos gusta a todos, sino que la mayoría de las veces, cuando te compras algo, es que realmente ni lo necesitas. Y luego tanta gente, que no te dejan ni probar, ni elegir, ni siquiera hablar con la dependienta a gusto.

Por este motivo, os voy a dar una serie de consejos para que en rebajas, compréis con cabeza, y vuestras compras sean lo más fructíferas que puedan ser, evitando lo que se suele denominar como “tirar el dinero” o engordar tu armario con ropa innecesaria:

  1. Haz un presupuesto inicial y no te salgas del mismo. Si no has previsto inicialmente gastarte un dineral será por algo. Vigila tus finanzas. No puedes permitir que un momento de locura impida que no puedas volver a una tienda en varios meses. El objeto es estar más que guapa, no más que arruinada. No vivas por encima de tus posibilidades; se es más feliz con talento.
  2. Antes de salir de casa, piensa qué necesitas. Evidentemente necesitar necesitar, no necesitas nada. Sin embargo, siempre hay una prenda, como las bailarinas de las que os hablé en mi artículo Bailarinas, mi calzado favorito, o las Sandalias de cuña nude, que os van a hacer un gran papel y os ha dado apuro comprar a su precio habitual.
  3. Una vez meditada la prenda a adquirir, ve a por ella. No te dejes interferir por otro tipo de objetos que veas en un escaparate, o en el interior de la tienda. Si necesitas unas sandalias como las Sandalias con tacón,  entenderás que no procede que te acabes llevando unas botas de media caña. Si te fijas en ellas, resetea e imagínate en casa de vuelta. Si te ves emocionada, porque aunque no te lo habías planteado te hace mucha ilusión comprártelas perfecto, llévatelas. Si por el contrario piensas en seguir buscando las sandalias, deja por favor las botas en la tienda en el sitio adecuado (sin desordenar) y continúa con tu misión.
  4. Las rebajas son una buenísima oportunidad para adquirir prendas de mayor calidad que, en otro momento, te puede resultar más difícil conseguir. Me estoy refiriendo a las compras en tiendas de renombre, o de precio un poco más elevado. Mentalízate de que es un buen momento para revisar tu fondo de armario y complementarlo con alguna prenda fetiche, como el Vestido de ceremonia de Dolores Promesas que os enseñé en su día.
  5. Una rebaja es eso, rebaja, comprar a menor precio. Por ello, adquiere los productos que tengan un amplio descuento de su precio inicial (adecuado desde el 30 al 70% de descuento). Hazte a la idea de que 10 €, y en concreto pagar de 29,99 a 19,99 €, no es ninguna rebaja. De 100 a 50 sí.
  6. No por más comprar, la ganga es mejor. Es preferible comprar menos cosas pero de mejor calidad, aunque sea más caro, que doscientos pingos que luego, transcurridos cuatro días, no te vas a volver a poner.
  7. Cómprate algo especial y que te haga ilusión (y aunque incluso no lo hayas pensado antes). Un bolso (ver Bolso de verano), unos zapatos (ver Bailarinas Juanitas) o un vestido playero (como el Vestido veraniego de gomas Oysho), pueden hacerte, si los compras en el momento adecuado, muy feliz. Echad un vistazo al post Date un capricho y lo entenderéis.

Así que ya estáis listas para ir de rebajas, y de esta forma poder seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!

 




Elegir el vestido de novia

Cuando me casé tenía muy claro cómo sería mi vestido de novia; bueno, más bien lo tenía claro desde que era una niña. He sido una de esas cursis que soñaban con un príncipe azul y se casaban de princesa. Parece que por el momento el sueño se ha cumplido.

Lo que a su vez tenía muy claro es que no quería casarme a lo Sisí Emperatriz ni con bordados, lazos o flores sobrecargadas. Necesitaba un vestido atemporal, ya que me preocupaba sobremanera que después de transcurridos unos años, la foto de la boda pareciera más bien sacada del baúl de los recuerdos, y yo salida de la Edad Media o del barroco más francés.

Pasados unos años, y a pesar de la madurez, mi pensamiento sigue siendo el mismo. El vestido de novia debe traspasar el tiempo, modas y tendencias, porque lo bello, aunque pasen los años, bello es. El más claro ejemplo lo constituyen las fotos de Audrey Hepburn; cuando se sigue recordando a la bella actriz y los looks que le hicieron famosa nadie percibe que haya pasado tanto tiempo, ni se ven trasnochados.

Vestido de Novia Eso es lo que debe tener el vestido de novia ideal. Para mí, que siempre me han fascinado los vestidos de novia, lo esencial es que la novia se sienta guapa con el vestido. Sí, eso es lo principal, por encima de todo. El pasado año, aconsejando humildemente a una querida amiga sobre este tema, le comentaba que debía elegir un vestido con el que se sintiera guapa y especial. Ese vestido que al probártelo te fascina de tal manera, te gusta tanto, que no te quitarías ni a tiros. Ese vestido que, nada más ponértelo, hace que tu corazón te susurre: “Sí, este es EL VESTIDO”.

Y siguiendo esta sencilla premisa, he de decir que a pesar de las dudas iniciales, mi amiga acertó con sobresaliente mayúsculo. Se casó con un vestido que no era lo que inicialmente deseaba, pero que le quedaba tan bien, era tan “ella”, que pudo ser la protagonista de su ceremonia sólo con la soltura y elegancia con la que lució su modelo. ¡Si parecía que estaba pensado especialmente para ella! Fue verdaderamente toda una princesa.

Otra de las reglas fundamentales a la hora de elegir el vestido de novia es seguir el propio estilo de cada una. Odio esas novias que de diario sólo usan vaqueros y después y para el día de la boda deciden tirar la casa por la ventana y elegir al diseñador de moda (que yo creo que ni siquiera saben quién es) para que las vista. Llegas a la boda y aparece una estrella de Hollywood, pero tú en realidad estás pensando ¿Y quién es la novia? ¿Me habré equivocado de boda? Imaginaros el novio, que se casa con una hippie y de repente y a la hora del sí quiero levanta el velo (complemento que ni sabía que conocía su novia) y se encuentra con un pastel.

Otra norma importante es elegir el vestido acorde con el lugar y el tipo de boda a celebrar. Evidentemente, fuera largas colas si te casas en el campo, o escotes pronunciados o sin tirantes si te casas por la Iglesia.

Pero la premisa final debe ser imaginarte con ese vestido transcurridos unos años. Sí, porque con ese vestido vas a lucir palmito en el salón de tu casa gracias a esa foto que colocamos todas toda una vida (o lo que dure el matrimonio). Y entonces ¿Tú te crees que después de cinco años (y no digo más) te vas a ver bien con esas plumas, esas lentejuelas y ese peinado a lo años cincuenta? ¡Si cuando tengas hijos van a pensar que la de la foto no eres tú, que es o tu abuela o tú misma pero en una fiesta de disfraces!

Vestido de NoviaPor eso, me encantan los vestidos de novia que ha sacado la firma de lujo MAX MARA con su colección BRIDAL. Con unas líneas sencillas y elegantes, obviando cualquier toque recargado, y fijando el complemento en el lugar justo, sus diseños perfilan la figura y su diversa variedad permite encontrar el modelo adecuado para cada situación.

Mirad a ver cuál es el que más os gusta, seguro que encontráis uno acorde con vuestra personalidad y celebración, y así, también en el día de vuestra boda, podréis seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: Colección BRIDAL de MAX MARA (modelos Edera y Hollis).De venta en tiendas MAX MARA. En Zaragoza, en Pº Constitución, nº 21. PVP: A partir de 900 €. Podéis consultar su colección y otros puntos de venta en www.maxmara.com




Vestido veraniego de gomas Oysho

En verano hay que ir fresquita. En casa, en la piscina, dando un paseo por la playa a media tarde… Y para eso lo mejor es un vestido de los denominados “con gomas”. Sí, esos vestidos que se ajustan al cuerpo y se estiran mientras nos lo ponemos, de los que llevábamos cuando éramos pequeñas, y que en la actualidad se han adaptado con estilo a los nuevos tiempos, convirtiéndose en un indispensable en todo armario de cualquier it girl del momento.

Este tipo de vestidos son comodísimos, y lucen bien en cualquier figura aunque no se tenga un cuerpo perfectamente estilizado. Se quitan y se ponen con facilidad, se adaptan al cuerpo sin apretar y resultan ideales para llevar con bañador, ya sea en la playa o para ir a la piscina. Estilizan la figura, ocultan piernas poco bronceadas o con varices, y cortos o largos consiguen que el verano transcurra con tranquilidad y con la garantía de que ante cualquier fisionomía que se tenga el resultado va a ser siempre perfecto.

Por eso esta vez, y continuando con mi espíritu playero, el que os contagié ayer con mi post Las estilosas chanclas Ipanema, he encontrado el vestido ideal para pasar un verano siendo la más estilosa del lugar. Se trata del vestido de goma Canilla Hindú de la firma Oysho. Con gomas, largo hasta los pies y con dos tirantes finos que se adaptan a los hombros gracias a dos lazadas, nivelando la altura del escote, su estampado hindú le da el toque Boho Chic tan adecuado para las tardes y noches de sol.

Del color de moda de esta temporada, azul Klein, con estampado floral en blanco, resulta ideal para combinar con sombrero para el sol, sandalia plana – como las que os recomendé en el artículo Date un capricho – y el pelo mojado y suelto. Unas pulseras multicolores por darle un toque más juvenil y listas para pasar un estupendo verano. Bueno, y si te haces una trenza pequeña colgando de la melena o una grande ladeada con todo el pelo, eso ya será el no va más.

Los vestidos de gomas tienen mucha utilidad. Para niñas, mayores, jóvenes o de mayor edad, son perfectos. Resultan adecuados no sólo para disfrutar después de las diversas actividades acuáticas sino que para estar en casa y poder descansar o recibir a los amigos se convierte en la vestimenta ideal. Pero además, para embarazadas son el remedio estrella para no tener que ir cambiando de talla o de vestido conforme va engordando la tripa, permitiendo adaptarlo al estado de gestación.

Pero su uso terapéutico no tiene precedentes. Tras determinadas operaciones en la zona abdominal, ya sea una cesárea, operación de apendicitis o una intervención quirúrgica de mayor entidad, como puede ser la extirpación de un tumor de estroma gastrointestinal (GIST), como sus gomas se adaptan al cuerpo estilizando la figura sin apretar sobre la cicatriz resultante de dichas intervenciones, permite lucir estilosa, saludable y a la moda, como si nada hubiera pasado, y así y a pesar de las dificultades se puede seguir estando, como siempre ¡Más que guapa!

EL PRODUCTO: Vestido goma canilla hindúde OYSHO. Ref. 1958/383. PVP: 29,99 €. De venta en tiendas OYSHO y en la web de Oysho.




Vestido de cóctel o cocktail

Siempre hay que tener un vestido de los denominados de cóctel ¡Te saca de tantos apuros! Vas a un evento al que hay que ir un poco arreglada, a una cena, a BBCs (bodas, bautizos y comuniones) o incluso a dar una conferencia, y siempre siempre acertarás si llevas un buen vestido de cóctel.

El vestido de cóctel por excelencia es ese vestido corto o midi, de buen corte básico, cuya combinación de telas de calidad lo hace especial y adecuado para cualquier circunstancia en la que se requiera un mínimo dress code elegante. A mí me encantan, porque dependiendo de los complementos que le añadas, bolso, zapatos y joyas, puedes utilizarlo de manera más casual o como look más formal.

Como ya os comenté en el artículo Trench MAX&CO, MAX& Co, es una de mis firmas de ropa favoritas, y tanto es así que no he podido resistirme a enseñaros un vestido que por su originalidad me ha apasionado.

Se trata del modelo FIBRA, que combina de una manera sorprendente el Jacquard y el lamé, dos telas que por su propio concepto no se suelen mezclar entre sí. Esta magnífica idea dota al modelo de una elegancia extrema, a la vez que de una originalidad exquisita.

Sin mangas, de línea recta y suave, con cuello barco, y ligero volante en la parte inferior que aporta elegancia al andar, es el perfecto vestido de cóctel multiusos pero diferente y especial. Además, su largura por encima de la rodilla y el Jacquard y lamé floreados lo hace adecuado para cualquier ocasión, ya sea de día o de noche.

Vestido de Max&Co.Sus tonos pastel y su corte recto permiten darle múltiples usos, ya que si lo combinas con tacón alto y un clutch puedes ponértelo para una ceremonia de día o una cena de noche. Si por el contrario optas por una idea más informal, con sandalias de cuña como las que os recomendé en el artículo Sandalias de cuña nude y un bolso de ZARA como el que os enseñé en el artículo Date un capricho, más cómodas y estilosas, imposible.

Además, al ser de cremallera de sujeción en el lateral, permite que en un segundo estés preparada y lista para salir, así que por muy cansada que estés y muchos efectos secundarios que tu enfermedad, medicación o tratamiento te pueda provocar, ya no hay excusa para poder seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: VESTIDO FIBRA, de MAX&Co., de venta en tiendas MAX&Co. En Zaragoza, en C/ Isaac Peral, nº 22. PVP: A partir de 149 €. Podéis consultar su colección y otros puntos de venta en www.maxandco.com.




Vestido de ceremonia

No entiendo cómo la gente se complica tanto cuando va de ceremonia. Difícil la elección del vestido, pero no me explico todavía por qué motivo concreto además convertimos dichos eventos sociales en el momento “arbol de navidad” o cómo lucir el mayor número de complementos de fiesta que tenemos guardados en casa en menos tiempo. Pendientes, colgantes, chales de diversos tamaños y colores, bolso multicolor, zapatos imposibles… ¿Pero dónde está el vestido? Y lo peor, ¿Dónde estás tú?

Para determinados eventos y ceremonias, como es el caso de una comunión o un bautizo (en otro momento hablaremos de las bodas, eso ya es de terror), bien seas la madre del protagonista o invitada estelar, hay que aplicar como nunca el siempre tan afamado “menos es más”. Sí, cuanto menos complementos, colgantes, prendidos en el pelo y maquillaje artificial, más guapa estarás.

Hay que tener en cuenta que en esas ocasiones lo importante son los niños. Si eres la madre del artista, previamente habrás tenido que organizar al resto de la familia para que todo esté perfecto para el evento. Y si eres invitada, acepta que eres eso, una invitada, no una estrella superstar. Por eso, complicandote la vida con multitud de complementos, además de estresarte todavía más, corres el riesgo no sólo de perder alguno por el camino sino de desmerecer la ceremonia, al homenajeado y al resto de tu familia. Y qué decir de la foto: es imposible coger a tu bebé con el faldón y sujetar a la vez el bolso de mano, el chal (si no te enredas con los flecos date por afortunada), la chaqueta que te has quitado porque hace calor, a tus otros hijos con la otra mano, sonreír a la cámara y sostenerte en los tacones de vértigo (esos que nunca llevas), todo al mismo tiempo.

Claro que si eres invitada y llevas más pingos que el baúl de la Piquer, puedes tener suerte y conseguir no hacer ninguna foto que inmortalice el momento, ya que si además de los complementos tienes que sujetar la cámara, eso ya es para nota.

Con las comuniones aún es peor. Es verdad que los niños ya son mayores y con ellos las preocupaciones son menores, pero la diversidad de estilos a la hora de acudir a una comunión, ya seas protagonista o invitada, es otra cosa que no deja de sorprenderme. Tenemos el look boda, en el que como hace ya diez años que nos casamos, pues aprovecho para comprarme ese vestido de fiesta que me gusta tanto y que en todo este tiempo no pegaba ponérmelo, pero ahora por fin ha llegado mi momento. Lleno de pedrería, transparencias y tornasol, hará que cuando llegue a la ceremonia brilles más que el sol. Luego está el look campestre, que se justifica con la frase “es que nosotros hacemos una ceremonia sencilla”, y nos vestimos como si fuéramos a hacer un picnic (chic, pero picnic al fin y al cabo), con un vestido suelto, sin pretensión alguna, pero con un amago (fracasado) de glamour. Y luego está mi look favorito, el que denominaría (hoy que estoy graciosa) “por mí no pasa el tiempo”. Ese vestido ridículo donde los haya, minifaldero y ajustado, con escote prominente, para demostrarle al mundo que aunque tu hijo, sobrino o amigo haga la comunión (y por ende que tiene por lo menos 8 ó 9 años), tú sigues tan joven como a los 20 (gracias a la cirugía, el ejercicio tardío o la liposucción). Y resulta que consigues el efecto contrario: parecer vieja, inapropiada y cincuentona.

Vestido Dolores Promesas BlancoEn la vida no hay que complicarse. Un vestido simple, color pastel, recto y sin pretensiones, puede parecer mucho más elegante y apropiado para ese tipo de ceremonias que cualquier otro modelo más barroco. En estas fiestas lo importante, no lo olvidemos, no es ni la madre ni la tía, ni mucho menos la super mejor amiga de la madre del bautizado o comulgante: es el niño y el Sacramento que va a recibir lo que ha de primar.

Y para eso, os propongo este vestido de DOLORES PROMESAS que vi el otro día y que me pareció de lo más acertado para este tipo de ocasiones que estamos comentando. En color crudo (al no tratarse de una boda la ocasión lo permite) y 100% algodón, este VESTIDO CON MANGA VOLANTE me parece de lo más elegante a la vez que estiloso y actual. Su precio actualmente no supera los 100 €, y con un zapato rojo o morado, el pelo suelto bien peinado, una cartera de mano y unos buenos pendientes, puedes estar ideal sin necesidad de completarlo con nada más. Bueno, si hace frío, puedes añadirle una chaqueta fina de punto, pero reitero, nada más.

Hacerme caso: aplicar siempre el menos es más. Es mejor no llegar que pasarse. Y otro consejo aún mayor: en cualquier evento, sea del tipo que sea, no te disfraces; viste según tus gustos, estilo y tu propia personalidad. Y con este modelo que os propongo y con poco presupuesto, junto a vuestro toque personal, que nunca debéis perder, podéis estar como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: VESTIDO CON MANGAS VOLANTE, de DOLORES PROMESAS. Color blanco. PVP: 144,90 € (ahora está con un 30% de descuento, a 101,43 €). De venta en tiendas DOLORES PROMESAS y en www.dolorespromesas.com.