Consejos para ir siempre bien vestida y acertar con tu look en cualquier ocasión

Consejos para ir bien vestida

No es lo mismo vestir bien que ir bien vestida. Parece lo mismo pero no lo es. La persona que va bien vestida es la que lleva siempre la vestimenta adecuada en cada momento. La que viste bien simplemente lleva un buen atuendo en un momento determinado, y en ocasiones se relaciona el mismo con llevar prendas caras, lo cual no siempre es garantía de éxito.

Y es que queridas amigas, y aunque ahora los tiempos en ocasiones no acompañen, para ir bien vestida hay que recuperar los códigos del buen vestir; esas normas que nos enseñaron con el ejemplo nuestras abuelas y que no está de más que las rescatáramos en algún momento del cajón. Porque la verdad es que ahora se confunde la libertad de expresión con la educación, olvidando que el respeto a los demás es lo que debe primar.

Lo cierto es que la moda es una forma de expresión. Me encanta que cada vez existan más estilos diferentes y que cada persona pueda adecuar las distintas tendencias que existen a su propia manera de ser. Con nuestra imagen externa exhibimos un poco lo que somos por dentro, pero también nos definimos ante los demás, mostrando un poco de nosotros mismos y ofreciendo nuestra propia carta de presentación.

Ello, no obstante, no puede ser justificación para vestirse de cualquier manera, ya que de todos es conocido que no se puede vestir de blanco en una boda para no chafar a la novia, que el bañador está más que prohibido en funerales o que a una fiesta de postín no se puede ir en chándal. Todos sabemos estas normas porque implican un respeto hacia los demás: hacia la novia, el difunto, o el anfitrión.

La que va bien vestida tiene saber estar, y por ende respeta a los demás. Por eso os aconsejo que si lo que queréis es ir bien vestidas (y no sólo vestir bien) y acertar siempre con vuestro look, sigáis estos simples pasos:

  1. Piensa primero bien a dónde vas y acertarás. Si vas a una boda en el campo, por ejemplo, el vestido que tienes que llevar no puede ser el mismo que el que lucirías si el lugar fuera una catedral. Tampoco es lo mismo una boda, un bautizo o una comunión. Por tanto, y sin salir de tu estilo, sea el que sea, adecúa el mismo a las circunstancias, nunca fallarás.
  2. En una fiesta, boda o evento singular, no sobresalgas nunca por encima del anfitrión o los protagonistas del mismo. Eso no significa que no debas dar todo de ti y vestir como la mejor, pero no es lo mismo ir a un acto solidario que a una entrega de premios, y por tanto deja las lentejuelas, las plumas y el vestido largo exclusivamente para las ocasiones en los que el dress code lo requiera.
  3. Imagina también el ámbito social en el que te vas a desenvolver, y siendo fiel a tu estilo nunca llames la atención, ni por más ni por menos. El traje sastre pantalón – negro si es de noche y en color pastel si es un evento de día – es una solución fantástica para acertar en todo momento, si encima no sabes el tipo de asistentes con los que te vas a codear.
  4. Intenta siempre agradar con tu imagen allá donde vas. Con lo que llevas puesto y el empeño que le pones para llevar un look perfecto estás demostrando al que te ha invitado al evento lo mucho que te importa. Y es que asistir a una boda de cualquier manera es un signo de que el enlace te importa más bien poco, y para eso es mejor no asistir.
  5. Para tu vida diaria, intenta arreglarte en todo momento, pero elige el estilo que más se adecúa a la actividad a desarrollar. Nada de brillos y pailletes en un juzgado o en un hospital, ni faldas en la montaña ni tacones de vértigo en la fiesta de fin de curso de tus hijos. Di sí a las zapatillas o botas de montaña para una excursión, ponte tacones para una entrega de premios y viste ropa cómoda si vas a viajar en avión.
  6. Adecúa también tu pelo y tu maquillaje al acto al que vas, sin pasarte ni por más ni por menos. Ir al supermercado maquillada como una puerta es absurdo, igual que si te invitan a un cumpleaños infantil y apareces con un moño de fiesta. Eso sí, evita el maquillaje y el pelo suelto en el gimnasio, que el efecto natural y buena cara ya lo da el ejercicio.
  7. No por gastar más se va mejor. Hay que saber elegir en qué gastar, y no siempre depende del precio.
  8. Déjate guiar y seducir por los profesionales que te atienden. En cuestión de moda, peluquería y maquillaje los profesionales de hoy en día están altamente formados y cualificados. Confía en ellos si no tienes algo claro, déjate asesorar y sólo tienes que ganar. Eso sí, elige bien a tu asesor: si te dice que todo te queda bien vete pensando en cambiar ya que la objetividad es lo más importante.
  9. Mírate al espejo, elige tus puntos fuertes y explótalos. No intentes compararte con el resto; tú eres única e irrepetible. Todas tenemos virtudes y defectos; pero siempre tenemos un aspecto en el que destacamos (el pelo, la piel, la cintura de avispa, los labios, las piernas de infarto…). Elige uno de tus dones y explótalo (y búscalo bien porque, aunque creas que no, ¡existe!).

Así que aquí os dejo estos consejos para que pase lo que pase sigáis siempre Más que guapas!

 

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Sobre Emma G. 212 artículos
Redactora de Mas Que Guapa

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