Aunque no me pongo excesivamente morena por el sol – ni mi tono de piel clara me lo permite ni el cuidado que dispenso a mi piel me deja hacerlo – es cierto que todas estamos mucho mejor bronceadas. Y sí, desde luego el moreno solar revela un efecto buena cara que ninguna crema del mercado te puede dar de forma tan natural.
La verdad es que como cuando tomamos el sol lo hacemos de forma relajada, y por ende adquirimos las vitaminas que el sol nos proporciona, nuestra apariencia cambia por completo. El rictus de nuestra cara se relaja, la piel adquiere un tono fresco y saludable y la ropa nos sienta muchísimo mejor. Por eso y cuando tomamos el sol en vacaciones, no existe maquillaje, ni sombra de ojos ni lápiz de labios; todo desaparece de nuestro tocador. Lo mejor para esos días de sol y descanso es una buena crema hidratante y el efecto cara lavada natural, sin aplicar coloridos artificiales.
Pero a la vuelta, o a los que fraccionan concienzudamente sus vacaciones y les cunde doble, entre un periodo y otro, ¿Qué hacer para mantener ese tono dorado resplandeciente durante más tiempo?
Queridas amigas, esa misma duda me asaltó a mí el otro día cuando tras un fin de semana exprés en la playa pude comprobar cómo, y a pesar de la alta protección solar que me apliqué, mi tonalidad marmórea cambió por completo gracias a la brisa y el descanso marino. Tenía un color saludable envidiable, pero que para volver a mi rutina diaria y por ende a mi profesión habitual no era suficiente. Por un lado, necesitaba un poco de uniformidad y luminosidad, pero por otro, no me apetecía aplicarme mi maquillaje habitual, que a pesar de ser bastante fluido su tono es un poco más claro que el color que ahora lucía, y me apetecía estar un poco morena.
Por eso, me acerqué a ver los productos de ESTÉE LAUDER y pronto salí convencida de que había encontrado el producto perfecto: el gel bronceador BRONZE GODDESS. Y es que este producto, de efecto gel-crema fluido y textura fundente, es el ideal para mantener el bronceado pero dotando a la vez a la piel de una luminosidad natural extraordinaria.
Este bronceador en gel, cremoso y ligero al tacto, se desliza fácilmente sobre la piel, permitiendo una aplicación rápida y sin imperfecciones. Su textura traslúcida mantiene el tono original de la piel añadiendo un sutil y cálido “beso de sol”.
Además, y a pesar de que se fabrica en un único tono, como en realidad hace el papel de un iluminador en gel que destaca el color original de nuestra piel, se adapta a cada rostro, sin importar si está más o menos bronceada, obteniéndose un resultado espléndido.
Además y cuando vamos perdiendo progresivamente el moreno, es el producto intermedio para utilizar entre la cara lavada del verano y el maquillaje de invierno, pudiéndose aplicar también sobre la base de maquillaje para dar un efecto óptico más luminoso a nuestro rostro.
No obstante y por su tono oscuro, puede parecer que no resulta aplicable a las pieles claras, pudiendo dar un efecto tinte. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Con una pequeña cantidad de producto es más que suficiente y a pesar de su color, una vez en contacto con nuestra piel y bien extendido, incluso para las pieles más claras es perfecto para obtener un efecto bronceado de lo más envidiable.
Perfectamente indicado para todas aquellas que no toméis mucho el sol – o incluso las que lo tengáis contraindicado – y aplicando encima unos buenos polvos de sol, conseguiréis un efecto bronceado caribeño sin necesidad de estropear vuestra piel.
Yo lo estoy usando desde que me dieron los primeros rayos, y he de decir que estoy encantada con el resultado, así que no lo dudéis, haced lo mismo que yo para seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!
EL PRODUCTO: BRONZE GODDESS, bronceador en gel de ESTÉE LAUDER.
Envase de 30 ml. PVP: 40 € aprox. De venta en centros autorizados, corners de El Corte Inglés y a traves de la web de Estée Lauder.
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