Gafas de sol de Prada

Gafas de sol
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No soy muy de cambiar de gafas de sol. Encuentro unas que me gustan y ya las llevo por los siglos de los siglos. Intento no comprármelas de demasiada tendencia porque yo las llevo graduadas, y con lo que me cuestan los cristales, exijo que me duren varias temporadas.

Sin embargo las gafas de sol, lejos de ser un complemento más de moda, son una estupenda solución terapéutica para cuidarte y en definitiva y en concretos momentos de tu vida, encontrarte mejor. Y es que ¿Quién ha dicho que no se puede estar mona y cuidarse a la vez?

Las gafas de sol sirven para cuidar la piel ante el sol, proteger tus ojos de posibles irritaciones tras una exposición prolongada, y evitar, sobre todo, la terrible aparición de arrugas y manchas. ¿No habéis notado que si tomáis el sol sin gafas y sin tapar los párpados, al ser una zona mucho más sensible, se te acaban incluso hinchando? Menuda manera de tomar el sol; lo hacemos para conseguir un mejor tono de piel, y acabamos con conjuntivitis, los ojos como tomates o las pestañas tan rubias como las barbies, resultando casi imperceptibles. Y si tomas una medicación como el GLIVEC, cuyos efectos secundarios se concentran más en la zona peri orbital, apaga y vámonos.

Las gafas de sol tienen otros beneficios añadidos, y es que ¿Qué mejor que unas gigantes gafas de sol para ocultar tu mala cara, sin que nadie se percate? O como hacen muchas famosas, ¿Cómo estar elegante y a la moda sin nada de maquillaje?

Eso sí, eso de llevar gafas de sol en lugares cerrados, o cuando no hace sol, está descartado. Hace un efecto muy feo encontrarte con alguien en un bar, por ejemplo, y que no se quite las gafas de sol. ¡Es que no sabes a dónde mira! Es por eso por lo que se llaman “de sol”, porque están diseñadas para cuando hace sol. Para el resto de momentos, están las gafas normales, las del cristal transparente, las de toda la vida. Así que las de sol, para cuando estés al aire libre y haga bueno, no para cuando llueva, evidentemente. No he visto nada más ridículo que llevar gafas de sol cuando está a punto de diluviar, o en pleno invierno con niebla (y creedme, las he visto).

Y otra cosa muy importante: Las gafas de sol, son unas gafas, no una diadema. Para retirar el pelo están las cintas de pelo, las diademas, y ahora incluso hasta las coronas de flores. Poniéndoos las gafas de sol en la cabeza sólo conseguiréis extender las patillas, y después que las gafas se resbalen sobre vuestra nariz cuando os las tengáis que poner por necesidad, cuando efectivamente, haya sol. ¡Hay que cuidarlas! Por eso, para el pelo, los accesorios del pelo, y en la cara y para proteger los ojos y el contorno de los mismos, las gafas de sol.

Pero no todas las gafas de sol sirven para todo esto. Para proteger tus ojos y tu piel, lo importante es que sean de gran montura. Eso sí, no que parezcas una mosca; han de ser adecuadas al tamaño de tu cara y fisionomía. Que a la modelo de la foto le quedan muy bien en el anuncio, pero tú no eres la modelo de la foto – ya quisiera ella ser como tú – y el photoshop está a la orden del día. Así que en ese caso, déjate aconsejar por los expertos de tu óptica de confianza, y elige unas que se adapten a tu estilo, y sobre todo, aquéllas con las que te encuentres cómoda y estupenda.

A mí las que más me gustan y reúnen todos estos requisitos, son las GAFAS DE SOL de la firma PRADA. De tamaño extra grande pero de diseño exclusivo y discreto a la vez, conseguirás un look a la última protegiendo tu piel y tus ojos al mismo tiempo. Mis preferidas son las de acetato color negro, con detalles metálicos retro y toque contemporáneo, como el modelo SPR16Q_E1AB_F00A7 que os adjunto. Además, por sus lentes degradadas de color gris oscuro y azulón, son perfectas para los días de sol, y su durabilidad es incomparable.

Y mi último consejo: No escatiméis a la hora de compraros las gafas de sol; elegidlas buenas. Tenéis que pensar que no son un complemento de moda más, como pueda ser un anillo o un reloj. Su efecto terapéutico es increíble, pero para conseguirlo, deben ser de calidad. Es invertir en salud. Así que lanzaros a compraros unas, si es que todavía no las tenéis, y así podréis seguir estando, como siempre ¡Más que guapas!

EL PRODUCTO: GAFAS DE SOL, modelo SPR16Q_E1AB_F00A7, de PRADA. PVP: 230 € aprox. De venta en ópticas y puntos de venta autorizados, o en www.prada.com.

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Sobre Emma G. 213 artículos
Redactora de Mas Que Guapa

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