Como decíamos en otros artículos, el Gist suele aparecer principalmente en el estómago, seguido del intestino delgado y en muchos menos casos, en el esófago, colon o recto (raramente puede aparecer en la cavidad abdominal, separado del intestino).
Por tratarse de tumores de partes blandas y ser tumores de consistencia blanda, no suelen interrumpir el tránsito intestinal ni la función de otros órganos, por lo que se suelen presentar de forma asintomática o con una sintomatología inespecífica en sus primeras fases, que puede ser erróneamente atribuida a otras enfermedades.
Debido a ello, en la mayor parte de los casos, se manifiesta en fase avanzada, cuando el tumor ha alcanzado un tamaño considerable, se ha diseminado por el interior de la cavidad abdominal o ha metastatizado en hígado, pulmones o huesos.
Los síntomas dependen de la parte del cuerpo en que el tumor se está desarrollando y pueden aparecer de forma brusca;
- Dolor abdominal: El síntoma más común, es el dolor abdominal, leve inicalmente, persistente y que empeora con el tiempo.
- Sangrado digestivo: A veces, el tumor se ulcera o se rompe por algún movimiento brusco o golpe y se produce un sangrado interior, dando lugar a un sangrado digestivo acompañado de anemia o disminución de glóbulos rojos en la sangre, aparición de sangre en las heces o en los vómitos. En otras ocasiones, cuando el tumor ha sangrado, aparece una moradura en la zona abdominal.
- Masa palpable: Aparición de una masa palpable en la zona como consecuencia de la presencia del tumor, generalmente en tumores con tamaño avanzado.
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