Pashminas y fulares

Pashmina

Los fulares, bufandas o pañuelos para el cuello, también denominados pashminas, son uno de mis complementos de moda favoritos. Ideales para tapar el cuello, son perfectos para dar un toque elegante o sport dependiendo del atuendo elegido, por muy simple que éste sea.

Son perfectos para cualquier combinación de ropa. Con look monocolor, vaqueros o ropa de fiesta, un pañuelo para el cuello, ya sea largo o corto, puede añadir un toque de estilo y sofisticación a tu manera de vestir.

Sin embargo, pocos conocen que el fular, además de ser el complemento de moda perfecto, tiene también un claro componente terapéutico, vistiendo de color y glamour las pequeñas (o grandes) inconveniencias de un tratamiento médico, quimioterapia oncológica o incluso las derivadas de una intervención quirúrgica en la zona del cuello, entre otras.

El fular (denominación cuyo origen proviene de la palabra “foulard” en francés) se utiliza comúnmente para tapar el cuello y proteger la garganta frente a posibles faringitis, afonías o procesos catarrales. Pero además, los pacientes medicados con inmunosupresores, con tendencia a la bajada de defensas, pueden utilizarlo también para cubrir discretamente la boca cuando se encuentren en lugares concurridos, donde existe una tendencia natural a la sobreexposición a virus, gérmenes o bacterias, haciendo las veces de mascarilla protectora sin resultar molesto ni demasiado llamativo.

Para los pacientes en tratamiento con Imatinib (GLIVEC) por GIST, entre cuyos efectos secundarios se encuentra la intolerancia al frío, un pañuelo o fular es siempre indispensable. Además de proporcionar calor, es un complemento ligero y cómodo de llevar, que cuando resulta innecesario puedes meter en el bolso con toda facilidad, y utilizarlo a demanda.

Tras una intervención quirúrgica que afecte a la zona del cuello, ya sea por enfermedad tiroidea, bocio o una simple extracción dental, un gran fular atado al cuello, además de ejercer de protector de la zona intervenida, sirve para ocultar la posible cicatriz residual tras la operación, protegiéndola de la acción solar o de las miradas de manera muy discreta.

Bufanda, sombreroPara aquellas pacientes cuyo tratamiento oncológico provoca la caída del cabello, como determinadas quimioterapias, un pañuelo multicolor, con vivo estampado, bien atado a la cabeza, oculta la calvicie temporal a la vez que añade a tu aspecto un toque bohemio-chic. Como alternativa a las pelucas, sobre todo en verano y momentos de calor, resulta de lo más adecuado. Hay múltiples formas de ponerlo, pero para mí la mejor es la que cubre el cuero cabelludo acabando en un nudo, simulando una falsa coleta.

Frente a las exposiciones solares de larga duración, un gran pañuelo de algodón colocado sobre el pelo sustituye al sombrero de paja o a la típica gorra. Esta solución libera del calor, protegiendo de posibles insolaciones a niños y mayores. Si lo combinas con el mismo tono del bañador, es el look perfecto.

Todas las marcas de renombre comercializan fulares y pashminas, con multitud de precios o colores. En Zaragoza, a mí me encantan las de la tienda TODO PASHMINAS, porque disponen de un amplio catálogo de pashminas, bien sean de sport, fiesta, bufandas e incluso fulares para caballero. Tienen la mejor selección de pashminas y fulares al mejor precio, desde 5 €, por lo que puedes darte un capricho y solucionar tu problema sin necesidad de hacer un gasto desmesurado.

Por eso, y gracias a los fulares y pashminas, y a pesar de tratamientos, intervenciones o simples desventuras, puedes continuar estando, como siempre, ¡más que guapa!

 

EL PRODUCTO: Fulares o pashminas de TODO PASHMINAS, sita en la Calle Alfonso, nº 32, Zaragoza. PVP: Desde 5 €. Web: Todo Pashminas

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Redactora de Mas Que Guapa

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